Turistas, en su mayoría nacionales, arribaron a la zona arqueológica desde muy temprano, sin embargo, pasando el mediodía se comenzó a notar un flujo más intenso de visitantes en la antigua ciudad maya.Desde el pasado día 19, Kukulkán (la serpiente emplumada) ha descendido desde la alfarda Noroeste del emblemático edificio del "El Castillo", en la zona arqueológica, considerada una de las siete nuevas maravillas del mundo moderno.Año con año se confirma la grandeza y sabiduría con la que se condujeron los antiguos mayas y que sigue causando asombro a quienes tienen el privilegio de llegar al sitio .“En 20 años que llevó viendo el fenómeno, jamás lo había visto al sol brillar tanto y generar un efecto realmente impactante al pasar por la puerta del Templo de las Siete Muñecas”, comentó uno de los trabajadores de esa zona.El descenso comenzó a 15:55 horas y llegó a su máximo esplendor a las 16:49 horas y las condiciones del clima fueron muy favorables, pues el cielo lució despejado, sin brumas o nubarrones que impidieran ver a plenitud este importante legado arqueoastronómico. Se pudo a observar a miles de visitantes de otras latitudes del mundo que llegaron atraídos por el equinoccio de primavera.Ante un excelente clima que favoreció por mucho la vista de este ya legendario evento de luz y sombra, los asistentes recibieron la primavera. En Dzibichaltún, otro sitio arqueológico en donde se observa otro fenómeno de luz y sombra en el “Templo de las Siete Muñecas”, se calcula que acudieron unas mil 500 personas.
Unas 28 mil 940 personas presenciaron el fenómeno arqueoastronómico del equinoccio de primavera en la antigua ciudad maya Chichén Itzá.