Una ola de aplausos sofocaron la espera. A las 20:45 horas Alondra de la Parra recorrió a paso apresurado el escenario principal de la Plaza IV Centenario. Sonriente y firme, con ese porte característico, el de la mujer sencilla y entregada a la música que ha dirigido prestigiosas orquestas internacionales, subió al pedestal.