El violinista libanés y sus acompañantes lograron lo que pocos consiguen: mantener en su lugar a cientos de personas que no se cansaron de aplaudir con energía.
ESPECTACULOS
El violinista libanés y sus acompañantes lograron lo que pocos consiguen: mantener en su lugar a cientos de personas que no se cansaron de aplaudir con energía.