Brendan Fraser, uno de los actores más populares a finales de los 90, sufrió dolorosos altibajos a lo largo de su carrera pero este domingo vivió un día para el recuerdo en el Festival de Venecia, aplaudido por su papel como un obeso mórbido en busca de salvación a las órdenes de Darren Aronofsky en "The Whale". "Simplemente estoy intentando aguantar hoy (...) Gracias por esta maravillosa acogida, deseo que esta película cause la misma profunda impresión que provocó en mí", animó visiblemente emocionado el actor estadounidense en la presentación de la película.