TORREÓN, COAH.- A partir del 15 de noviembre, el Museo Histórico de la Ciudad Casa del Cerro, albergará la exposición de la artista plástica Lorena Holguín, denominada “Ramaje”. La ceremonia inaugural de esta muestra dará inicio a las 20:30 horas.
El arte a través de las manos de la creadora Lorena Holguín surge desde sus estudios, variados y reconocidos, iniciando en el taller de dibujo de la Escuela de Bellas Artes de París; la escuela La Esmeralda de la Ciudad de México; el aprendizaje de la técnica de Roberto Parodi en Oaxaca; la museografía de Jorge Bribiesca; y el curso sobre arte contemporáneo de Edgardo Ganado Kim. Son más de diez las exposiciones individuales que galardonan su currículum y siete las colectivas.
Al respecto de “Ramaje” la autora de la obra reflexiona: “En esta exposición presento una serie de cuadros en los que por alguna razón se presentan constantemente árboles con su ramaje y troncos. Como cuando se tiene un sueño que se nos presenta constantemente, nos surge la curiosidad el saber el porqué. Así que leyendo encontré que el árbol ocupa un lugar especial dentro de la simbología universal. Como todo verdadero símbolo va acompañado de una energía ya sea positiva o negativa, según la vivencia particular de cada quien”.
En la serie de cuadros que Lorena Olguín presenta cada árbol tiene su propio lenguaje, ya sea por su forma y colores. Para ella, un símbolo es una imagen que hace sentir a cientos de miles de personas diferentes el mismo tipo y la misma intensidad de emoción. “No conocemos nunca a los seres ni a las cosas, más que la sensación que tenemos de ellos. Nunca una palabra, una imagen, un color, un objeto, un gesto. Por lo que un universo de símbolos vive dentro de cada uno de nosotros”.
La creadora asegura que “los grandes símbolos son los que nos mueven a todos de la misma manera y el árbol entra dentro de esta clase de símbolos”. El árbol une al cielo con la tierra, simboliza el renacimiento y la inmortalidad. La vitalidad interior.
Dependiendo del árbol, si es un árbol sin follaje, seco, sin hojas pues representa lo contrario –la muerte del ser. Si el árbol es opulento lleno de ramaje puede simbolizar abrigo, acojo, refugio. “No soy yo quien puede explicar todo el simbolismo alrededor de un árbol, yo tan sólo pinto”.
Cada color tiene su propio simbolismo también. Y como cada cuadro tiene sus colores varios y propios, cada árbol tiene su propia vida y lenguaje. “Todos los humanos tenemos nuestro propio universo interior, pero los símbolos nos unen, nos hacen iguales, nos permiten compartir las mismas emociones. Yo tan sólo plasmo imágenes y colores, y cada espectador crea su propia emoción o no emoción. Por lo mismo no me gusta ponerle título a mi trabajo. El ser de cada cuadro le corresponde a la persona que lo ve. Y por lo mismo hablar de mi trabajo es tan difícil, no tiene propósito ni mensaje determinado, simplemente es”.
La muestra permanecerá en el Museo Histórico de la Ciudad hasta el 15 de enero de 2003.