TORREÓN, COAH.- Las palabras altisonantes son el pan de cada día de los policías preventivos, también los abusos de autoridad. Por eso en los Tribunales de Justicia Municipal se han interpuesto 89 quejas en contra de estos servidores públicos.
Patricia Gallardo Márquez, jueza cuarta unitaria de los Tribunales de Justicia Municipal, informó que de enero a diciembre se han presentado 89 quejas contra servidores públicos, más del 90 por ciento corresponden a policías preventivos.
La queja es un procedimiento interpuesto por la propia autoridad o por un habitante en contra de los servidores públicos que con motivo de sus actos infrinjan una Ley o reglamentos que están obligados a seguir.
“No porque algún ciudadano cometa algún delito debe ser objeto de violencia, malos tratos o dirigirse con palabras altisonantes, pueden usar la fuerza únicamente para someterlos, pero sólo cuando es necesario, no deben conducirse de esa manera con los infractores del Bando de Policía y Buen Gobierno”.
Todo el servidor público tiene obligación de actuar dentro del marco de la legalidad y someterse a sus principios: eficiencia, honradez, entre otros. “Lo más común es recibir quejas de los policías y agentes de tránsito en los Tribunales de Justicia Municipal”.
Las quejas contra los preventivos son por dirigirse con palabras altisonantes hacía las personas, sobre todo cuando llevan a cabo detenciones, además se les acusa de abuso de poder, mientras que los agentes de tránsito al parecer levantan infracciones al por mayor y sin justificación.
En los Tribunales de Justicia Municipal también se pueden interponer denuncias: éstas son inconformidades de un vecino hacía otro vecino, ya sea por no mantener limpio el frente de sus casas, escuchar música a poner alto el volumen, entre otras acciones.
Lo más común son las denuncias contra vecinos por no atender los desperfectos de sus casas que causan daños a otras propiedades como: fugas de agua, criaderos de cerdos, en general infracciones al reglamento de Limpieza y Salud Municipal.
En el caso de los malos servidores públicos, dijo, se ha logrado sancionarlos: algunos han sido amonestados en público o en privado, suspendidos de sus labores temporal o definitivamente. Además se han aceptado recomendaciones emitidas por la Comisión de Derechos Humanos contra policías preventivos. Sólo una no procedió por falta de elementos.
La ciudadanía, dijo, debe tener confianza en los Tribunales de Justicia Municipal, pues más del 60 por ciento de las quejas interpuestas contra servidores públicos fueron condenatorias, en 26 casos no procedió por falta de interés del afectado para asistir a las audiencias, en el resto no se pudieron comprobar los hechos.