Reuters
MADRID, España.- Familiares de un miembro del grupo separatista vasco ETA que fue encontrado muerto el sábado en el norte de España, aceptaron ayer la versión de suicidio de las autoridades y dijeron ante la prensa que no habrá una nueva solicitud de autopsia del cadáver.
Sin embargo, amigos y familiares de Félix Ramón Gil Ostoaga culparon de su muerte a la presión política, mediática y del Estado, que éste había venido sufriendo desde que fue excarcelado por una jueza de Vizcaya.
El informe preliminar del médico forense, del que se hicieron eco diversos medios españoles el domingo, confirmó el suicidio como la causa de la muerte de Ostoaga.
El cadáver de Gil Ostoaga, encontrado en un bosque de la localidad guipuzcoana de Legazpia, presentaba un disparo en el pecho y, junto a él, había una escopeta que pertenecía a su hermano, dijeron fuentes cercanas a la investigación.
Según datos forenses recogidos por medios locales, Gil Ostoaga recibió el disparo directamente en el corazón, lo que le produjo un ?rigor mortis? inmediato que hizo que incluso uno de sus dedos quedara doblado en posición de disparo.
Gil Ostoaga había sido condenado a 300 años de prisión y en octubre pasado quedó en libertad condicional -tras cumplir 12 años de prisión efectiva- por un dictamen de la jueza de la Audiencia Provincial de Vizcaya, Ruth Alonso.
La resolución judicial provocó una fuerte polémica y fue duramente criticada por miembros del gobierno español.
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) abrió diligencias informativas a la jueza, que posteriormente archivó.
El ministro español del Interior, Angel Acebes, dijo el sábado en rueda de prensa en Madrid que "sea un suicidio o no, mi impresión es que tiene mucho que ver con la organización terrorista ETA como máximo responsable de lo que le pueda haber ocurrido, bien sea provocado por un tercero, el asesinato en su caso, o bien si es un suicidio".
"La única responsable de la muerte de Gil Ostoarga es ETA", agregó Acebes.
El cadáver fue entregado el domingo en la mañana a la familia, que trasladó el féretro hasta Zumarraga, donde el lunes será incinerado.