Como consecuencia de su adicción, Abel Torres Belmonte fallece en el hogar de uno de sus familiares
TORREÓN, COAH.- A causa de una probable cirrosis hepática, Eulalio Belmonte Flores murió la noche del sábado, cuando al estar viendo el televisor acompañado de su inseparable frasco con alcohol de 96 grados, le sobrevino un vómito de sangre provocado por su marcada adicción.
De 46 años de edad y sin más oficio que el de consumirse a sí mismo, Belmonte Flores dejó de existir solo, en un cuartucho de block ubicado al fondo del patio del domicilio de su tío Abel Torres Belmonte, de 62 años, con quien vivía desde hace tiempo.
Fue precisamente ese familiar quien hizo el hallazgo, cuando acudió a las 23:30 horas del sábado hasta donde pernoctaba su sobrino, pues el volumen del televisor estaba muy fuerte.
Al llegar a la pequeña pieza, donde por muchas horas bebía Eulalio de su inseparable frasco de alcohol de 96 grados, Abel le dijo que bajara el volumen del aparato pero como no le hizo caso, pensó que estaba dormido.
Sin embargo cuando se acercó para tratar de despertarlo observó que a un lado se hallaba un rastro de sangre y en los labios de su familiar también, por lo que en vano intentó reanimarlo, pues ya había muerto.
María del Socorro Ramírez García, secretaria abogada del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la Salud Personal, Mesa Dos, coordinación “B”, acudió hasta ese domicilio para dar fe del cadáver del infortunado dipsómano y ordenó al médico legista que le hiciera un reconocimiento cadavérico, estimando que su muerte fue a causa de una probable cirrosis hepática por ingesta de alcohol.
Su tío Abel comentó que apenas la semana pasada acudió al Hospital General de la SSA a realizarse unos análisis cuyos resultados estarían para el jueves anterior, pero como el clima estaba lluvioso optó por recogerlos hasta el lunes (hoy), lo que ya no pudo hacer.
También manifestó que su sobrino no tenía trabajo desde hace mucho tiempo y sólo se dedicaba a embriagarse, de tal manera que lo consideraba como alcohólico crónico, pues ya bebía alcohol de 96 grados.
Muere taxista de paro cardiorrespiratorio
Cuando revisaba su taxi para disponerse a salir a trabajar, a Nicolás Mares Ramírez lo sorprende un paro cardiorrespiratorio que le impide pedir auxilio y cuando su pareja se da cuenta de lo anterior, ya es demasiado tarde para salvarle la vida.
Lo anterior ocurrió a las 08:00 horas del domingo uno de diciembre, en los momentos que Nicolás, de 52 años de edad, vecino de calle Andrés Osuna No. 150 de la colonia Polvorera, sale de su casa a fin de revisar el vehículo en el que se desempeñaba como taxista.
De pronto, según lo manifestado por su concubina María Dolores Gómez Enciso, de 35 años, escuchó un fuerte golpe y a alguien que presentaba dificultad para respirar, por lo que salió a ver qué sucedía.
Grande fue su sorpresa que en el suelo tendido se hallaba Nicolás, al que por desgracia ya no pudo auxiliar, toda vez que había fallecido.
Según explica María Dolores, su pareja padecía desde hace años diabetes e hipertensión arterial.