EFE
Panamá, Panamá.- La presidenta de Panamá, Mireya Moscoso, admitió ayer que los problemas económicos y la percepción de corrupción en su gobierno afectan al país, al presentar su informe de gestión al cumplir el tercer año de su mandato, de cinco.
Moscoso rindió ayer su informe del Estado de la Nación ante el pleno de la Asamblea Legislativa, tras obtener una victoria al lograr el gobernante Partido Arnulfista (PA) recuperar el control del parlamento después de dos años.
Moscoso, en su discurso, dijo que “debo reconocer que la realidad económica que vive el país, producto como sabemos de condiciones externas, actúa en contra” de su gestión para “combatir la pobreza”.
Niveles críticos
Recordó que el ajuste económico aplicado por su administración “llegó a sus niveles de mayor intensidad a fines del año 2001 y primer trimestre de 2002”.
A ello se sumó una caída de la demanda interna y un entorno internacional en recesión por la crisis en EU y los atentados del pasado 11 de septiembre en ese país.
Estados Unidos es el principal socio comercial de Panamá, pues alrededor de la mitad de sus exportaciones e importaciones provienen de ese país.
No obstante, la mandataria sostuvo que se logró sostener el empleo en el sector público y se estabilizó la demanda interna.
Según Moscoso, “todos los análisis de los organismos financieros internacionales y las calificadoras de riesgo han reconocido el esfuerzo panameño” y, a pesar de la crisis, Panamá logró “colocar rápidamente 680 millones de dólares en bonos globales”.
Basada en datos oficiales y de la Cámara de Comercio de Panamá, la gobernante proclamó que “ya se comienzan a ver resultados positivos”.
Según Moscoso, el crecimiento económico nacional en lo que va de año “ronda el uno por ciento”.
Reconoció que “evidentemente” existen problemas, como el decrecimiento del 9.6 por ciento de las exportaciones de la Zona Libre de Colón, principal puerto franco del continente ubicado en el Caribe panameño.
La intermediación financiera cayó a menos 3.6 por ciento, apuntó.
Programa de reconversión
Asimismo, instó al sector industrial, que muestra un crecimiento negativo de menos ocho por ciento, a diseñar en conjunto un programa de reconversión para competir con economías de escala, en el contexto del programa de apertura comercial que impulsa el gobierno.
Centroamérica, México, Estados Unidos y República Dominicana son las prioridades de Moscoso para lograr acuerdos de libre comercio.
Aseguró que su gobierno continuará los diálogos nacionales para alcanzar acuerdos que se conviertan en leyes para beneficiar al país, a pesar que el opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD) dijo que ya no participará en ellos al sentirse “traicionado” porque perdió el control del parlamento.
La presidencia de la Asamblea Legislativa recayó en manos del diputado PRD disidente Carlos Alvarado, postulado por el “arnulfismo” y que con cinco votos de sus colegas “perredianos” se alzó con el triunfo con 40 votos, frente a su correligionario Roberto Abrego, que recibió 31.
“Evidentemente que el problema de la percepción de corrupción está afectando severamente el desenvolvimiento de todos los sectores de la vida nacional”, admitió Moscoso.
No obstante, se quejó de que los medios y las organizaciones cívicas hacen “oídos sordos” de las explicaciones que ella y otro altos funcionarios de su gobierno han dado para desvirtuar las denuncias de corrupción.
“Lejos de afectar a esta servidora, está causando un daño incalculable al país”, apuntó.
Mireya Moscoso, de 56 años, invitó a todas las fuerzas políticas a participar en el diseño de un “Plan de Integridad”, con apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para combatir la crisis de valores que vive la sociedad panameña.
“Quiero hacer un llamado muy especial a la comunidad empresarial y a los medios de comunicación social. El país nunca podrá avanzar si seguimos sosteniendo esta imagen negativa de todo y de todos, si continuamos propiciando este ambiente de desasosiego y zozobra”, concluyó.