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México, D.F.- Si queremos sanar nuestras sociedades divididas, maltratadas y conflictivas mediante los ideales democráticos consagrados en los objetivos de desarrollo para el milenio, debemos tomar en cuenta la opinión de los niños y jóvenes, afirmó Carol Bellamy, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Durante la presentación internacional del informe ?Estado Mundial de la Infancia 2003?, cuyo acto fue encabezado por el presidente Vicente Fox, dijo que el sueño de un mundo justo y pacífico comienza por las niñas y los niños y la puesta en práctica de sus derechos.
La funcionaria del Unicef afirmó que la niñez es la clave del desarrollo sostenible, por lo cual no es coincidencia el que de ocho de las metas del milenio para el desarrollo, seis estén enfocadas a este sector.
Por ello, aseguró que si se pretenden tomar en serio los objetivos del programa antes señalado, se debe considerar con igual seriedad la participación infantil.
Durante el acto realizado en el Centro Nacional de las Artes, Bellamy sostuvo que a los niños se les debe otorgar la oportunidad de participar en la toma de decisiones que afectan sus vidas y porvenir.
El Unicef cree que con su participación en los hogares, escuela o en la comunidad, los niños aprenden el respeto hacia los demás, a expresarse en forma constructiva, negociar diferencias, tomar decisiones de vida responsable y a crecer como ciudadanos informados, con bromas y optimismo, destacó.
Al respecto, agregó que los adultos están obligados a recabar las perspectivas y opiniones de la infancia y a tomarlas en serio, así como a ayudar a las niñas, niños y jóvenes a adquirir las actitudes necesarias para que su participación sea auténtica y participativa.
Recordó que en 1997 en México, la participación infantil alcanzó una gran visibilidad entre la opinión pública, cuando el Instituto Federal Electoral (IFE) organizó elecciones en las que participaron 3.7 millones de menores en todo el país, quienes decidieron cuál era el derecho de la infancia que les parecía más importante.
Apuntó que el derecho a una educación encabezó esa consulta, seguido del de un medio ambiente limpio y sostenible, y en tercer sitio se ubicó el derecho a no sufrir ningún tipo de violencia.
Aunque aceptó que los adultos toman a menudo la decisión final, Bellamy consideró que esas decisiones deben estar basadas en el interés superior de la niñez.
La representante del Unicef destacó que la experiencia de este organismo internacional sobre la participación de los niños y los adolescentes como fuerzas positivas para el cambio social es necesaria.
Los ejemplos hay en todas partes, desde el movimiento de Los Niños por la Paz en Colombia, hasta las contribuciones de los jóvenes para la eliminación del Apartheid en Sudáfrica y el valor que demuestran los adolescentes en Ruanda, que están criando a sus hermanos más jóvenes enmedio de la guerra, el SIDA y otros desastres que los han dejado huérfanos, citó.
Asimismo, sostuvo que existe un consenso cada vez más afianzado de que el rumbo de la pandemia del VIH-SIDA en el futuro esté en manos de los jóvenes.
Por ello, añadió, no sólo resulta vital sino también urgente el que se promueva la participación de los adolescentes