QUITO, ECUADOR.- El volcán Reventador, que entró en erupción el domingo, continuaba ayer en actividad lanzando una columna de ceniza que está esparciéndose a zonas hasta donde no había llegado, según vulcanólogos e informes periodísticos.
Una persona murió y 16 resultaron heridas, en incidentes separados, al perder el equilibrio y caer desde los techos de sus casas cuando los estaban limpiando de la ceniza, informó en rueda de prensa el alcalde capitalino, Paco Moncayo.
Quito, la capital de 1,4 millones de habitantes, está totalmente cubierta con un manto de ceniza blanquecina desde hace horas, y sigue recibiendo una tenue lluvia de ceniza, mientras en las calles se levantan polvaredas al paso de los pocos vehículos que circulan.
“La actividad del volcán sigue. A las 7:30 de la mañana hubo una nueva explosión”, dijo a la prensa el director del Instituto Geofísico, Hugo Yépez, explicando que ello incrementó las emanaciones de material piroclástico (ceniza, rocas incandescentes y humo).
“Ya tenemos numerosas personas llegando a los hospitales con problemas respiratorios, especialmente las que sufren de afecciones a las vías respiratorias”, dijo a la prensa Amida Mera, vocera de la Cruz Roja.
El alcalde de Quito, Paco Moncayo, ha formulado insistentes llamados a la población para que se abstenga de salir a las calles y mantener cerradas puertas y ventanas, recordando que el gobierno decretó feriado para este día en las zonas afectadas correspondientes a las provincias de Pichincha, Napo, Sucumbíos y Cotopaxi.
Informes periodísticos dijeron que en recorridos por algunos hospitales y clínicas era posible apreciar la llegada de personas en busca de ayuda por dificultades para respirar.
El volcán Reventador, a 3.562 metros sobre el nivel del mar, está en una zona selvática deshabitada y no hubo informes inmediatos sobre posibles víctimas, pero unos 3.000 residentes cercanos huyeron a sitios lejanos. La Cruz Roja informó que los techos de al menos cuatro casas de campesinos se derrumbaron por el peso de la ceniza acumulada.
Las autoridades de la estatal Petroecuador dijeron que la ceniza no llegó hasta los grandes yacimientos petrolíferos de Lago Agrio, a 90 kilómetros al noreste del volcán, y que tampoco se ha informado de problemas en el oleoducto, como se temió en un primer momento.
Nubes de cenizas avanzaron de este a oeste en una franja estimativa de 200 kilómetros de largo por 100 kilómetros de ancho, dejando en el medio a Quito, y cubriendo a su paso a otras numerosas ciudades, pueblos y valles.
, que quedaron cubiertos por un manto de polvo volcánico blanquecino.