Los Ángeles, E.U.- El cineasta español Pedro Almodóvar busca una nueva cita con el Oscar gracias a Hable con Ella, filme que está presentando en Hollywood en medio de una recepción tan cálida como la que tuvo su anterior éxito: Todo Sobre Mi Madre.
“Necesito una segunda oportunidad por el tema de los discursos, para hacerlo mejor”, comentó jocoso en entrevista el realizador manchego.
Si el Oscar al mejor filme en lengua extranjera que consiguió en el 2000 gracias a la película Todo Sobre Mi Madre vino seguido de un discurso de agradecimiento tan incontenible como incomprensible para la audiencia estadounidense, Pedro Almodóvar, de 53 años, tiene ahora las palabras precisas en sus labios.
“Ya sé que lo importante es recibir la estatuilla pero no estoy contento con lo que dije, me puse tan nervioso. Así que quiero una oportunidad de hacerlo mejor y más corto”, resumió.
La oportunidad puede estar de nuevo en su mano gracias a su última producción, Hable Con Ella, que se estrenará para el público estadounidense el mes próximo y que está siendo recibida con grandes elogios entre los críticos.
Basado una vez más en una historia propia, la película de Almodóvar se centra en la amistad de dos hombres mientras están cuidando de las personas que más aman, ambas en coma en el mismo hospital.
Una historia que se une a lo que en Estados Unidos ha sido clasificado como el Almodóvar “que se ha reinventado a sí mismo de manera triunfal como un consumado estilista con un toque serio”.
Como diría el refrán y lo recuerda el director, uno nunca es profeta en su tierra, y Hable Con Ella ha conseguido mejores recaudaciones fuera de España, a la espera de un próspero futuro en Estados Unidos.
“Si me llaman vendré”, confirmó, tras aceptar de antemano una posible invitación de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, ya sea como mejor filme extranjero, si la Academia española así lo elige, o en alguna otra categoría, entre ellas la de mejor director, como se ha apuntado en varias ocasiones.
Sin embargo, Almodóvar no está dispuesto a dejarse llevar de la emoción como hace dos años, cuando su presencia era imparable recogiendo premios por todo el globo.
“Ir a un lugar a recoger un premio y agradecerlo está muy bien pero cuando empiezan a ser muchos premios y muchos lugares y mucha gente que no conoces empiezas a sentirte un poco perdido”, comentó.
Además ahora Almodóvar ha puesto en marcha lo que él describe como “un activo diálogo interior” en el que está seleccionando el reparto de Mala Educación, para comenzar a rodar hacia el próximo abril, mientras concluye el guión de Tarántula.
Este último podría volver a reunir a tres españoles reconocidos por Hollywood: el propio Almodóvar, Antonio Banderas y Penélope Cruz en una misma película; una idea que el realizador espera ver cumplida aunque tiene sus dudas.
“Creo que Antonio habló muy pronto”, reconoció, en alusión a un proyecto que le está llevando mucho trabajo y para el que se han comprometido los dos actores “pero eso no lo sabes nunca”.
Lo que el director español “más importante y reconocido internacionalmente desde Luis Buñuel” -como afirma una de sus biografías- tiene mucho más claro es que su futuro, por propia elección, no está dentro de la industria de Hollywood.
Pese al triunfo de Todo sobre mi madre, Almodóvar aún no ha olvidado la clasificación “X” con la que fue marcado el estreno de Átame en Estados Unidos, una táctica que el realizador comparó con la censura vivida en España durante el régimen de Franco.
Almodóvar prefiere describirse como “un artesano” del cine, cuya vida está en las películas que hace, y duda que rodando para un gran estudio pueda tener ese control sobre su obra.
“Hay mucha gente por medio. Y con mucho poder”, observó Almodóvar sobre un sistema que no es el suyo.
Eso no le impidió considerar la posibilidad de dirigir en Hollywood The Paper Boy o que por sus manos hayan pasado otros guiones, ahora estrenos en esta industria, como Frida o Las Horas.
Como reconoce, el no se niega a la posibilidad de rodar en inglés, “siempre que se trate de una buena historia que se tenga que contar en inglés y que no sea con un gran estudio”, según afirma.