AP
CARACAS, VENEZUELA.- La oposición nuevamente midió fuerzas en una marcha callejera ayer contra el presidente Hugo Chávez, a quien acusó de “declararle la guerra a los venezolanos”.
Armados con cacerolas, silbatos y banderas venezolanas, cientos de miles de manifestantes salieron desde el mediodía provenientes de nueve puntos del este de la ciudad hasta la avenida Victoria, en el suroeste de Caracas.
Según la opositora Coordinadora Democrática, la llamada “Marcha de la victoria” es la antesala de otra que conducirá hasta la casa de gobierno de Miraflores, a donde no llegan las manifestaciones desde los violentos enfrentamientos de abril, en los que murieron 19 personas.
La marcha fue convocada por la Coordinadora, una aglomeración de partidos opositores, empresarios, sindicalistas y medios de comunicación que se han unido en oposición al mandatario. La marcha es la más reciente de varias que han organizado los opositores.
“(Chávez) tendrá que matarnos para que este paro se levante”, dijo el dirigente sindical y vocero de la Coordinadora Democrática Carlos Ortega en un discurso dirigido a la multitud.
“El señor Chávez es un militar fracasado... lo que quiere en esta guerra declarada a los venezolanos es llevarnos a la confrontación, matarnos entre nosotros mismos”, agregó.
El dirigente opositor consideró que Chávez traicionó a los venezolanos “y tu pueblo te va a cobrar esa traición de la que ha sido objeto”.
La oposición califica al presidente Hugo Chávez de autoritario y le acusan de llevar al país al descalabro económico, al odio de clases y a una dictadura izquierdista. Chávez rechaza las acusaciones y califica a sus opositores de poco más que fascistas y golpistas.
Desde hace 28 días, un paro general convocado por la Coordinadora tiene paralizado parcialmente el comercio, la industria y la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) para exigir la renuncia del presidente y el adelanto de las elecciones.
La más grande columna de manifestantes recorrió una autopista en que se podían observar decenas de miles de personas avanzando rumbo al punto de concentración.
“Seguiremos dando lucha hasta que Chávez se vaya. Estamos armados con cacerolas y de paciencia para aguantar el paro”, dijo Gregorio Díaz, un hombre de 31 años que llegó en bicicleta a la protesta.
Más de un millón de personas participaron en esta jornada, aunque muchas no pudieron llegar hasta la avenida Victoria, donde a las tres de la tarde no cabía un alma más.
“Le demostraremos a Chávez que aquí estamos la mayoría de los venezolanos y que ya no lo queremos”, declaró Rosario Monzón, una mujer de 50 años que participó en la manifestación.
“Le demostraremos al mundo que tenemos que resolver nuestros problemas antes de venderles petróleo”, añadió.
Pese a las masivas protestas, el desabastecimiento de gasolina y de algunos alimentos, el gobierno desdeña a la oposición, que catalogan como “conspirativa”.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria, media entre las partes para que alcancen un acuerdo.
Sin embargo, algunos de los manifestantes expresaron escepticismo ante las gestiones de Gaviria.
“Tengo fe que esto se resuelva en la mesa de negociaciones... (aunque) da miedo que tras lograr un arreglo, Chávez no lo acepte (porque) entonces sí se va a armar (la violencia)”, expresó Mario Rodríguez, otro de los opositores que participó en la manifestación.