SAN PEDRO, COAH.- Pese a la existencia de 25 internos del Cereso con hepatitis tipo ?C?, las autoridades de la Secretaría de Salud y del propio penal no han dado seguimiento para determinar si existen otros casos o no, lo que mantiene inquietos tanto a familiares como a los propios reclusos.
Como se informó el pasado 9 de noviembre en El Siglo de Torreón, de 26 internos sospechosos de esa enfermedad, 23 resultaron positivos, aunque previamente habían sido confirmados otros dos, pero además hay otros siete jóvenes más adictos a las drogas con ese mismo padecimiento.
El rastreo sanitario inició tras la muerte de Ismael Medina Martínez, de 20 años, vecino de la colonia Ampliación Las Rosas, quien falleció en el Hospital General de Torreón el 21 de julio pasado, víctima de esa enfermedad. El joven era adicto a la ?chiva?, sustancia inyectable diseñada a base de heroína y anteriormente había tenido contacto con otros drogadictos, dentro y fuera del Cereso, donde estuvo recluido en dos ocasiones.
En un primer momento, Gustavo René Contreras Martínez, director del Cereso, negó cualquier complicación pero posteriormente la encargada del Departamento Médico del penal, Graciela Peña Domínguez, solicitó al Hospital General se le practicaran estudios clínicos a tres internos que tuvieron relación directa con Ismael, dos de los cuales también dieron positivos y días más tarde se practicaron a otros 26 más, de los cuales sólo tres fueron negativos.
Entrevistado ayer, el epidemiólogo del Hospital General, Jesús Aguilar Carranco, dijo que de la lista de 28 jóvenes con riesgo de tener esa enfermedad por haber compartido la jeringa con Ismael, están en proceso de investigación sólo cinco de ellos que se han presentado al nosocomio y esperan los resultados de laboratorio.
Por su parte, la responsable de la Jurisdicción Sanitaria No. VII, Nohemí Gaspar Amaya, informó que es el Departamento Médico del Cereso el encargado de atender a los enfermos recluidos y la Secretaría de Salud interviene sólo en caso que sea requerida por la Dirección del Cereso, lo que hasta el momento no ha ocurrido.
Destacó que no existe tratamiento para la hepatitis tipo ?C?, únicamente se hacen recomendaciones para sobrellevar mejor la enfermedad y ya se tuvieron pláticas con la doctora Peña Domínguez, quien no pudo ser entrevistada por El Siglo de Torreón, ya que, a decir del director del penal, estaba consultando.
Ya no más exámenes
Contreras Martínez dio a conocer que ya no se practicaron más exámenes al resto de los internos por no considerarlo necesario y lo único que se ha hecho son acciones preventivas, como recomendar el uso de preservativos, ya que tres tienen visitas conyugales pero las mujeres no han sido examinadas.
Sobre los 25 internos positivos a la hepatitis ?C?, dijo que se ha hecho una reclasificación y fueron reubicados en celdas especiales, además de ofrecerles una dieta más rica en nutrientes, como pollo, mortadela con huevo, sopa de verduras y albóndigas.
A la fecha, expuso finalmente, ninguno de los enfermos ha presentado síntomas de ese padecimien-to, aunque se mantienen en observación médica.
Promesa incumplida
Cabe destacar que al ser descubiertos los 25 casos de hepatitis ?C?, las autoridades estatales de Prevención y Readaptación Social, adelantaron cómo una de las medidas en el Cereso sería incrementar el personal del Departamento Médico, donde sólo existe una doctora y enfermera, para contar con dos y dos, pero hasta el momento no sucede.
El Cereso, con capacidad para 108 reos, cuenta en la actualidad con 123, de los cuales 25 son positivos a la citada enfermedad, aunque podrían ser más, sólo que ni la Secretaría de Salud ni el Cereso prefieren saber nada.