La eliminación de aranceles a productos agropecuarios de Estados Unidos y Canadá obliga a reoriantar programas de educación relacionados con el campo
La eliminación de los aranceles a los productos agropecuarios procedentes de Estados Unidos y Canadá, a partir de enero de 2003, contemplada en el TLC, impactará en los procesos educativos de las escuelas relacionadas con el campo y su producción, reconoció el director del Instituto Tecnológico Agropecuario No. 1, Francisco Javier Rubio Pedroza.
Reconoció que esta institución tiene que reorientar sus programas de educación no solamente hacia el aprendizaje, sino a la transferencia de tecnologías adecuadas a las condiciones de producción del campo mexicano.
Por otro lado, agregó, la reorientación de las instituciones educativas debe enfocarse a propuestas de formas de organización en el campo que respondan a los nuevos esquemas de mejoramiento económico.
El Director del ITA No. 1 destacó que estas formas de organización deberán estar dadas en el trabajo de conjunto de los mismos productores, en donde la fortaleza de cada uno de ellos se una a la de los demás para producir una especie de sinergia, y tener esquemas empresariales de competencia.
Reconoció que las matrículas en las escuelas de educación agropecuaria han ido a la baja, ante las pobres expectativas en el empleo; por otro lado, el producto agropecuario requiere la ciencia y la tecnología que pueda realmente responder a los niveles de competencia que se antoja un poco desequilibrado y desleal, hasta cierto punto, con los productos norteamericanos y canadienses.
“No se necesita ser un experto, comentó, en la materia para ver que el campo mexicano ha sufrido un abandono en los últimos años que lo tienen en condiciones inadecuadas para competir con los productores de Estados Unidos y Canadá”.
Prevé que ante la apertura comercial agropecuaria del próximo año, el campo mexicano requiere estar más tecnificado y basar su producción en técnicas que permitan obtener mayores rendimientos y, por consecuencia, menores costos de producción, lo que se reflejará en mejores niveles de competencia.
Rubio Pedroza indicó que ante la inminente entrada del TLC se ve “tristemente difícil” competir con los productores norteamericanos y canadienses. Agregó que en enero se eliminan las barreras arancelarias para el libre tránsito de los productos agropecuarios, en estos momentos, dijo, ya se tienen algunos ejemplos de esta entrada, como es el caso de la manzana de Washington y la madera chilena, que vienen a competir con los productores de Canatlán y los industriales forestales, en condiciones desiguales.
Ante este panorama, dijo que el ITA tiene dos años trabajando en la acreditación de sus programas educativos, que implica la reorientación del aprendizaje, incluyendo la transferencia tecnológica adecuadas al campo mexicano.
Esta reorientación ha implicado trabajar en la capacitación en áreas de las ciencias económico-administrativas aplicadas directamente al campo, es el caso de diplomados en formulación y evaluación de proyectos de inversión, también a nivel de especialidad.
El ITA también creó el Centro de Desarrollo de Agronegocios, que está a cargo de un doctor, maestro e instructor en esta área, Jaime Palencia Méndez, quien ha participado en Nicaragua, en África del Norte y Finlandia.