Reuters
Buenos Aires.- Las posibilidades de que Argentina reciba ayuda del FMI para rescatar su economía de una profunda recesión eran inciertas ayer, después de que el gobierno argentino expresara un punto concreto de conflicto con el organismo, unido a la crítica de Washington de su plan económico.
?El Fondo Monetario Internacional está reclamando un acuerdo político?, dijo en una conferencia de prensa el jefe del Gabinete de Ministros, Alfredo Atanasof.
El funcionario no especificó a qué se refería exactamente pero varios analistas argentinos aseguran que el FMI está preocupado por la falta de consenso entre los principales políticos argentinos sobre si cumplirían o no, de llegar al poder, los compromisos que el país asuma ahora para conseguir un acuerdo financiero. Las próximas elecciones presidenciales argentinas serán en marzo. Sin embargo, Atanasof sí descartó que el gobierno vaya a impulsar ese tipo de acuerdo, justo cuando hay una delegación del FMI en Buenos Aires para discutir los términos de una carta de intención con el gobierno. Además, el jefe de ministros de Argentina aseguró que el gobierno ya había cumplido con todos los requisitos impuestos por el organismo, que incluyen la reformas de varias leyes y conseguir que las deficitarias provincias argentinas se comprometan a reducir sus desequilibrios fiscales.
Por otro lado, aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya había dado indicios de que sus conversaciones con Argentina no estaban bien encaminadas, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O?Neill reafirmó esta impresión ayer. O?Neill dijo que el programa económico que presentó Buenos Aires ante el organismo no ayudaría a reactivar la economía del país.
El presidente argentino, Eduardo Duhalde, necesita con urgencia un pacto con el Fondo para tener una base que presentar a los inversores con el fin de recuperar su confianza en el país, que declaró cuyo valor actual es de 103,900 millones de dólares.
Además, con la devaluación de la moneda, decretada en enero de este año, el gobierno argentino provocó pérdidas millonarias a las empresas asentadas en el país.
Pero, las pujas entre los políticos argentinos, ante las elecciones presidenciales de marzo, y un clima enrarecido entre el gobierno y la Corte Suprema espantaron al organismo, que resaltó que la falta de consenso en el país sobre cómo reactivarlo dificulta cualquier acuerdo financiero.
El FMI expresó públicamente su preocupación por las disensiones en la clase política argentina la semana pasada cuando uno de sus portavoces señaló que las negociaciones con Argentina están en una situacin ?muy, muy difícil, no hay consenso político sobre cómo avanzar?.
Pero, según Paul O?Neill, el borrador de carta de intención que el ministro de Economía, Roberto Lavagna, envió recientemente a Washington -y en el cual se compromete a aplicar reformas en el colapsado sistema financiero y evitar una emisión monetaria indiscriminada- no es el adecuado.
?Lo que propusieron (por Argentina) creo que en realidad no da la medida para crear una base? para la sustentabilidad del crecimiento económico, dijo el funcionario, cuyo país es el principal contribuyente del Fondo.