Reuters
Buenos Aires.- El gobierno argentino, que estará en el poder hasta mayo del 2003, reveló ayer los detalles de un optimista proyecto de presupuesto para el 2003 que prevé el crecimiento de la economía tras cuatro años de contracción y la obtención de crédito externo.
El proyecto, que fue enviado el viernes pasado al Congreso, proyecta un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3.0 por ciento contra la profunda caída del 11.0 por ciento que se espera para el 2002, año en que el gobierno devaluó la moneda, el sistema financiero quedó al borde del colapso y el Estado se declaró en cesación de pagos sobre su deuda.
La depreciación del peso, que desde enero suma más del 70 por ciento, generó este año un aumento de precios que se mantendría en el 2003 -se prevé una inflación minorista del 22 por ciento- y ese factor alimentará una subida de casi el 50 por ciento en la recaudación de impuestos, lo que permitirá elevar el gasto total en un 39.8 por ciento respecto del 2002. El gobierno necesita elevar el nivel de erogaciones para poder seguir atendiendo las necesidades de una población castigada por la larga recesión que elevó a niveles récord el desempleo y la pobreza.
El 10 por ciento de los ingresos será destinado a programas de ayuda social.
?El próximo gobierno no va a recibir una situación idílica, por lo menos que reciba una situación más estabilizada?, dijo el ministro de Economía, Roberto Lavagna, a legisladores al presentar el martes el proyecto de presupuesto.