AP
Frederick, Maryland, E.U.- Una de las más extraordinarias persecuciones policiales en la historia de Estados Unidos concluyó ayer el arresto de un veterano del ejército y un adolescente: según las autoridades, los autores de una ola de disparos de francotirador que dejó 10 muertos y sembró el pánico en los suburbios de la capital norteamericana.
El fiscal del condado Montgomery, Douglas Gansler, dijo que las autoridades federales y estatales se reunirán hoy por la mañana para decidir qué cargos presentar contra John Allen Muhammad, de 41 años y John Lee Malvo, de 17.
Sin embargo, fuentes policiales dijeron a The Associated Press que estaban seguros de que habían encontrado a quienes buscaban.
Una fuente dijo, a condición de no ser identificado, que una pistola hallada en el automóvil de los sospechosos al parecer usa balas calibre .223, el mismo que fue utilizado en la ola de ataques armados que comenzó el 2 de octubre.
La policía también halló una mira telescópica y un trípode en el vehículo, dijo la fuente.
Las autoridades de los estados de Virginia y Maryland dijeron que de ser hallados culpables, pedirán que sean condenados a muerte. Sin embargo, las probabilidades de que esa condena se cumpla varían de estado a estado: En Virginia se ha ejecutado a 86 personas desde que la pena capital fue reinstaurada en 1986, cifra sin par a excepción de Texas. Maryland, sin embargo, declaró una moratoria de ejecuciones en mayo pasado.
El vehículo en que fueron hallados los sospechosos es un Chevrolet Caprice modelo 1990 con placas de Nueva Jersey. Las autoridades dijeron que estaba equipado de tal manera que uno podía disparar un fusil cómodamente desde la parte trasera sin ser visto. Eso podría explicar por qué nunca se halló ningún cartucho.
Las autoridades arrestaron a los dos hombres sin incidentes en la madrugada del jueves en una parada de carretera.
Una versión periodística dijo que los hombres estaban motivados por sentimientos antiestadounidenses. La policía del estado de Washington, donde vivieron los dos hasta recientemente, dijeron que no formaban parte de ningún grupo organizado.
La relación entre Malvo y Muhammad —cuyo nombre anterior era John Allen Williams— no estaba en claro, aunque varios diarios dijeron que Malvo era hijo adoptivo de Muhammad.
El Seattle Times dijo que Williams se cambió el nombre a Muhammad después de convertirse al Islam.
Al presidente George W. Bush le informaron que las autoridades federales estaban razonablemente seguras de que el caso ha sido solucionado, dijo un alto funcionario con la condición del anonimato.
Los arrestos se produjeron horas después que las autoridades llegaron a una casa de Tacoma, en el estado de Washington, donde suponían había pistas importantes. Luego emitieron un alerta a nivel nacional para localizar un vehículo, que fue divisado por un automovilista y un empleado en el descanso donde se produjeron los arrestos.
Charles Moose, el jefe de policía del Condado de Montgomery que conduce la investigación, dijo que Muhammad era buscado para interrogarlo sobre las matanzas y lo calificó de “armado y peligroso”. Se dijo que viajaba junto con un menor, que una fuente policial identificó como Malvo.
La pista decisiva, dijeron las autoridades, fue un llamado telefónico a la línea abierta exclusivamente para el resonante caso que sugirió a los detectives investigar un robo a una licorería en Alabama en que los atacantes mataron a un empleado e hirieron a otro.
El interlocutor les dijo que revisaran un incidente en Montgomery, dijo una fuente policial a la AP, también con la condición del anonimato. Los investigadores recabaron los datos del robo del 21 de septiembre en Montgomery, Alabama, donde —según la fuente— hallaron huellas digitales de Malvo.
El alcalde de Montgomery, Bobby Bright, dijo que la persona que telefoneó al parecer se atribuyó la responsabilidad de los ataques del francotirador y el robo a la licorería.
Se dibujó un retrato hablado del sospechoso del robo y “había algunas similitudes precisas” con uno de los dos arrestados el jueves, dijo el jefe de policía de Montgomery, John Wilson. Aclaró que el arma utilizada en Alabama no era la misma de la empleada en la región de Washington.
Las autoridades arrestaron a los dos hombres sin incidentes a las 3:19 de la madrugada junto a la carretera I-70 en el condado de Frederick, Maryland, a unos 80 kilómetros al noroeste de la capital nacional, dijo Larry Scott, agente de la Oficina Federal de Control de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego.
Los detenidos estaban en un automóvil que coincidía con la descripción que la policía había dado a la medianoche, dijo el mayor Greg Shipley, portavoz de la policía estatal de Maryland.
“No sé cuál fue su reacción”, dijo Shipley. “No fue agresiva”.
La fuente policial dijo que la policía encontró las huellas digitales de Malvo en un papel en el lugar del asalto en Alabama. Luego se determinó que Malvo había vivido en la casa de Tacoma junto con Muhammad.
Fuentes federales dijeron al The Seattle Times que Muhammad y Malvo pudieron haber estado motivados por sentimientos antinorteamericanos tras los ataques del 11 de septiembre del 2001. Se sabía que habían hecho comentarios favorables a los piratas aéreos que protagonizaron esos ataques, dijeron las fuentes.
Pero agregaron que no se cree que tengan vinculación con la red terrorista al-Qaida.
El Times informó que Muhammad estuvo asignado al Fuerte Lewis en las afueras de Tacoma en los años 80, que actuó en la Guerra del Golfo Pérsico y luego fue asignado al Fuerte Ord en California. Malvo, que según las autoridades es ciudadano de Jamaica, asistió a la escuela secundaria en Bellingham, Washington, el año pasado.
Shipley dijo que ambos eran trasladados al condado de Montgomery, centro de la investigación.