QUITO .- La obra póstuma del artista Osvaldo Guayasamín, un complejo arquitectónico que recoge tres mil años de arte, congregó el viernes a los presidentes Fidel Castro de Cuba, Hugo Chávez de Venezuela y Gustavo Noboa de Ecuador.
Poco antes del acto inaugural, al que asisten unas 2.000 personalidades de este país y de América, Noboa afirmó que Guayasamín "más que un hombre es un símbolo para los ecuatorianos".
Chávez aseguró que el pintor ecuatoriano, fallecido en 1999, "está vivo, es una huella profunda para los países y los pueblos de América".
"Esto no solo es un homenaje, le da un sentido muy profundo a lo que es la identidad de los pueblos de América Latina, algo que tanto buscamos", dijo el Premio Nobel de la Paz, el argentino Adolfo Pérez Esquivel.
Añadió que "estamos aquí para la fiesta de sonreírle a la vida".
La obra cuya construcción comenzó en 1995 es un complejo de galerías y museos, destinado a exhibir una muestra de arte desde la época prehispánica hasta nuestros días.
La estructura física está dividida en cuatro espacios: la Capilla del Hombre, la casa del pintor, áreas para museo, y un museo arqueológico, hallado en los terrenos mientras se realizaba el movimiento de tierra para la construcción de la obra.
La Capilla del Hombre es una construcción de cemento, parecida a un fuerte militar, que se levanta sobre una colina al noreste de Quito, desde la cual se aprecia gran parte de la capital.
Consta de un edificio central de 3.000 metros cuadrados con una cúpula de cobre, enclavado de un área de jardines de 20.000 metros cuadrados.
En su interior habrá cuadros y objetos para demostrar cómo era la vida en América antes de la llegada de los españoles, mostrando sus dioses, sus jefes, arquitectura, vestimenta y organización social, entre otros aspectos.
La construcción de inició en 1995 y Guayasamín pensaba que fuera inaugurada en el 2000, con motivo del cambio de milenio, pero problemas de financiamiento fueron atrasando la obra, que está terminada en un 50 por ciento. Está casi lista la obra gruesa, pero falta la construcción de las distintas plantas y salas del interior del edificio.
Guayasamín la describió como "un lugar para la reflexión" y como "símbolo de la identidad cultural del Ecuador y de América".
Guayasamín murió en Baltimore (estados Unidos) en 1999, a los 79 años de edad, cuatro años después de haber lanzado su idea.