Reuters
ARIEL, Cisjordania.- Al menos dos personas murieron y otras 20 resultaron heridas cuando un militante suicida palestino se inmoló el domingo en las afueras de un asentamiento judío en Cisjordania, informaron agentes de seguridad y miembros de los servicios de rescate.
El ataque ocurrió en una gasolinera a la entrada del asentamiento de Ariel, unos 25 kilómetros al este de Tel Aviv, mientras los soldados volvían a sus bases en Cisjordania para el comienzo de la semana laboral israelí.
“Había muchos soldados y vino un atacante suicida (...) y se inmoló”, dijo el alcalde del asentamiento de Ariel, Ron Nachman, a Radio Israel. “Hay soldados entre las víctimas”.
Nachman y los médicos inicialmente habían dicho que el atacante se suicidó acabando con la vida de tres israelíes.
Sin embargo, el director de seguridad del asentamiento de Ariel, Menachem Goldin y oficiales médicos, más tarde corrigieron la cifra de muertos, diciendo que el atacante y dos israelíes fallecieron y otras 20 personas resultaron heridas.
De acuerdo con algunos testigos citados por los medios israelíes, un soldado disparó contra el atacante suicida, cuya bomba explotó envolviéndolo en llamas.
“El terrorista estaba todavía ardiendo cuando llegamos allí y extinguimos las llamas inmediatamente”, dijo un oficial de la brigada de bomberos.
Ariel es uno de los 145 asentamientos israelíes que el gobierno de Israel ha creado en los territorios ocupados en la guerra del Oriente Medio de 1967. La comunidad internacional considera que los asentamientos son ilegales bajo las leyes internacionales.
El lunes pasado, dos adolescentes estrellaron un vehículo lleno de explosivos contra un autobús israelí, acabando con la vida de 14 personas.
Israel ha sido blanco de decenas de atentados suicidas desde el inicio de un levantamiento palestino en septiembre del 2000.
Las fuerzas de Israel entraron en la ciudad cisjordana de Jenin el viernes en respuesta al ataque del lunes y comenzaron a buscar a los responsables del ataque suicida.
Al menos 1,630 palestinos y 620 israelíes han muerto desde que comenzó el levantamiento.