TORREÓN, COAH.- Las mujeres embarazadas y menores afectados por plomo en la sangre sí reciben atención médica por parte del Fideicomiso y del Programa de Metales. Además se les proporciona suficiente información sobre los riesgos de salud y recomendaciones, dijo Luis Rey Delgado García, gerente divisional de Vinculación y Desarrollo Social de la empresa Peñoles.
De acuerdo a información proporcionada por Delgado García, el Fideicomiso para atender a los niños dañados por metales pesados se conformó a partir de mayo de 1999, con una capacidad económica de 60 millones de pesos y donde se abrió el programa Metales. Es administrado por el Grupo Interinstitucional de Médicos.
“Las enfermedades generales las atiende el Instituto Mexicano del Seguro Social, el ISSTE, entre otros, pero el Fideicomiso es sólo para atender problemas de salud que son consecuencia de metales pesados, se les da seguimiento, atención, revisión, entre otros”.
No se trata, dijo, sólo de detectar los niveles de plomo sino de utilizar los complementos alimenticios, tratamiento médico: “El problema es que no existe sintomatología en el caso del plomo, por eso es necesario realizar estudios neurológicos psicológicos y realizar un esquema de seguimiento”.
Eso es lo que se realiza con el Fideicomiso, además de las brigadas médicas, equipos para medir los niveles de plomo en la sangre o los biomarcadores para conocer cómo está funcionando o cuál es el movimiento que tiene el metal dentro del organismo.
Sin embargo, agregó, se han dado casos que los menores afectados presentan otros problemas de salud no relacionados con el plomo y por eso deben ser atendidos en otras instituciones médicas, “no es que se esté negando la atención a la salud”.
Peñoles no despide mujeres embarazadas
A decir de Luis Rey Delgado García, María Guadalupe Acosta Saucedo, madre del pequeño José Juan, no fue despedida de su trabajo por estar embarazada. Además aclaró que ella nunca trabajó para la empresa Peñoles sino para la empresa de limpieza “García Ibarra”.
“Nosotros contratamos los servicios de limpieza de calles, casas, etcétera, los barrenderos trabajan para los contratistas y los contratistas para nosotros, tengo entendido que la señora trabajó para García Ibarra del 26 de septiembre de 2001 al 23 de febrero de 2002”.
Según informes de la empresa García Ibarra, dijo Delgado García, María Guadalupe faltaba constan-temente a su trabajo, el día 19 de febrero renunció argumentando que su esposo no le permitía seguir laborando: “no fue porque estuviera embarazada ni porque tuviera niveles de plomo, ella renunció y tengo copia de la carta de renuncia que firmó”.
La empresa Peñoles, agregó, no despide a su personal femenino por estar embarazadas ni por tener niveles de plomo en la sangre, incluso todos cuentan con un seguimiento médico.
Sí se informa acerca del plomo
La empresa Peñoles, dijo, siempre proporciona información directa del plomo en las colonias aledañas: cómo debe ser la alimentación, los cuidados a seguir, medidas de prevención, entre otros. Además se reparten folletos con recomendaciones.
También en las colonias afectadas se distribuye la revista “Nuestra Comunidad”, donde se abordan temas de salud relacionados con metales pesados. A través de este medio se les enseña a las madres de familia cómo interpretar los resultados de plomo en la sangre y las actividades de seguimiento que se deben dar.