Con un desatino inusitado, propio de legislador en tiempo electoral, el presidente del Club Toluca, Rafael Lebrija, ha presentado una ponencia que lo deja muy mal parado: Pretende que, como por el momento la Selección Mayor no tiene actividad, el técnico nacional Ricardo Lavolpe se siente en el banco choricero a dirigir a su equipo en esta Liguilla.
Evidentemente el mandamás de los rojos no entiende de tiempos y situaciones delicadas, pues el momento para sugerir la estadía del estratega argentino era cuando se decidió que sería el entrenador nacional; si no habló en ese instante, que calle para siempre, pues ahora no quiere dar ventajas. Nada de malo veo en que Lavolpe se hubiera incorporado a su puesto al frente del Tri en enero, pero ya se le nombró y ahora, a apechugar.
Otro argumento para convencer ingenuos que esgrime Lebrija, es que ya es la segunda vez que le sucede a Toluca el hecho de ceder a su técnico previo a una Liguilla; pues esto demuestra que al buen Rafa nada le han enseñado los años, como diría José Alfredo Jiménez, pues si ocurrió una vez con el "Ojitos" Meza, se hubiera prevenido para esta contingencia con Lavolpe.
Además bueno sería recordar que el principal instigador de la salida de Manuel Lapuente del llamado "equipo de todos" fue precisamente el licenciado Rafael Lebrija.
Otro licenciado, Víctor Garcés, titular de la Rama de Primera División, manifiesta que al no haber sido dado de baja como Técnico del Toluca, no existe impedimento reglamentario para que Ricardo dirija a los mexiquenses. Craso error y ridícula interpretación; desde hace un mes Lavolpe es empleado de la Federación Mexicana de Futbol y su salario se paga con el dinero de todos los afiliados por lo que no puede ni debe asumir esa dualidad de funciones que tan natural y fácil le parece a Garcés.
Porque, en todo caso, cualquier otro equipo participante en la Liguilla podría y con todo derecho, solicitar la "asesoría" del Técnico Nacional, dado su status de empleado federativo.
Lebrija exhibe también una tremenda falta de tacto pues no se ha puesto a pensar qué sentirá Wilson Graniolatti cuando el voto que emite su presidente es de absoluta desconfianza. ¿Y los jugadores? también han de pensar que están siendo dirigidos en este momento por una persona incapaz, por decir lo menos.
Inoportuna en serio la declaración de Lebrija, como lo fue la derrota de su equipo ante Guadalajara en el Jalisco.
Siguiendo con la Liguilla, en un partido de lucha sorda, roces constantes, feria de tarjetas amarillas y grandes atajadas de los porteros, quedó en suspenso el Cruz Azul contra Pumas. Así se esperaba, pues es el cotejo que luce más parejo. Todo se definirá en Ciudad Universitaria.
Tecos, ese raro equipo que carece hasta de la capacidad para caer mal, está fuera del torneo; tendría que derrotar a Morelia a domicilio por diferencia de tres goles... lo que obviamente, se antoja imposible.
Volviendo a Lavolpe, ojalá que el próximo sábado no haga cosas buenas que parezcan malas.