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Balance positivo

Xavier Massimi

Para mantener en buenas condiciones la red de carreteras, en especial las catorce troncales ya existentes y para ampliar en forma sustancial las comunicaciones, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes está presentando un plan. Se trata de invertir el presupuesto anual para carreteras, 13,000 millones de pesos en un fondo perdido, o sea gastarlo sin recuperación inmediata: con este dinero se puede subsidiar fiscalmente a las compañías privadas que construyen y mantienen las autopistas y además cuando las cuotas de los usuarios no cubren el “mínimo garantizado” necesario para cubrir los créditos que las constructoras obtienen para construir los caminos, la diferencia se cubriría con ese fondo perdido. El plan resulta viable, porque incluso troncales que ya han llegado a su madurez están redituando ganancias sólidas. Con estos recursos se pueden ya cubrir los gastos de cuatro obras nuevas importantes.

Cuando el gobierno construye un camino, lo hace con recursos del presupuesto y en un primer periodo aparece como gasto, pero el camino es detonante económico importante de su zona de influencia: a mediano plazo, el crecimiento de la región sobrepasa con mucho los recursos que se gastaron para hacer el camino. Esta es la filosofía que está detrás de esa inversión a fondo perdido. Con zonas más desarrolladas, el gobierno dispondrá de mayores recursos fiscales que los que erogó para comunicar la zona con otros centros de desarrollo.

La construcción de vivienda sigue a pasos agigantados, falta aún una reorganización del sector hipotecario. Tal como opera resulta obsoleto, lento, burocrático y crea cuellos de botella; pero eso no ha parado la construcción de vivienda. En este momento ese sector económico está dando trabajo a 1’370,000 trabajadores, contra 1’050,000 del año pasado y aunque todos esos empleos son temporales, pues se acaban al terminar la obra, mientras se siga construyendo vivienda al ritmo que se está haciendo, este sector obrero tiene asegurado el trabajo. Por otra parte, el salario menor, en este sector, es de tres a cuatro salarios mínimos, llegando para los “maistros” hasta diez salarios mínimos. En este nivel están, además de los maestros de obras, los carpinteros, los fontaneros, los yeseros, los herreros, los pintores, etc. Hay aún una oportunidad más: hay muchas ofertas de trabajo a destajo. Los que quieren hacer un esfuerzo, tienen posibilidad de aumentar sus ingresos en forma importante.

La industria automotriz sigue creciendo. En lo que va del año, la producción total ha sido de 1’236,000 unidades contra 1’212,000 del año pasado. La venta nacional ha aumentado en 9% de 589,000 que se vendieron hasta agosto del 2001, este año se han vendido 638,000 unidades.

También ha habido un repunte en las exportaciones totales, después de la disminución que se había presentado durante tres trimestres después de la destrucción de las Torres Gemelas. Se han exportado más motores de combustión internas, partes automotrices, camiones, acero, confecciones de seda y fibras sintéticas, camarón, jugos y frutas.

El gobierno está lanzando un plan ambicioso de unificar toda la información gubernamental en un solo sistema computarizado. El proyecto es a mediano plazo, pero se pretende que esté en operación al final de este sexenio. Su realización, además de la simplificación administrativa que se alcanzaría, la disminución importante de corrupción que conllevaría el tener disponible toda la información gubernamental en forma gratuita, el “E México” como se llama el proyecto, sería un avance importantísimo en la eficacia gubernamental y en sus relaciones con los distintos sectores productivos, educativos, políticos, sociales, financieros y comerciales.

La infraestructura para el proyecto costaría seis mil cien millones de pesos, lo que representaría un ámbito económico interesante. La iniciativa privada tendría la oportunidad de vender al gobierno la infraestructura necesaria, tanto de equipo como de sistemas y la misma operación del proyecto. Para que funcione se necesitan 3,200 puntos de acceso a un sistema satelital. El desarrollo que ha alcanzado México en este sector, permitiría que compañías mexicanas pudieran ganar todas las licitaciones para echar a andar al “E México”.

Uno de los problemas que México tiene que afrontar en los próximos años es la competencia que China representa. Ya hay unas veinte empresas que operaban en México que cerraron sus puertas para emigrar a China. El problema básico es que la mano de obra china, es en promedio, cuatro veces más barata que la mexicana. Ante esta realidad un grupo de empresarios mexicanos han entrado en contacto con sus contra partes chinas y en el mes de octubre van a ese país durante quince días para entablar negociaciones. La postura que llevan es la de asociarse con las compañías que operan en China. Ya que no es posible competir con ellos, de lo que se trata es de unirse con ellos, formando sociedades que en forma conjunta produzcan bienes y servicios de alta calidad y precios competitivos. Se trata de saber en qué sectores México puede contribuir con tecnología, partes, refacciones, know how, y en cuáles China puede colaborar del mismo modo con empresas mexicanas.

Es evidente que la negociación no será fácil. Pero el hecho de que empresarios mexicanos se enfrenten directamente al problema, evidencia el cambio positivo que se está fraguando en el país. Aceptar la globalización y enfrentar el reto con la convicción de que es posible superarlo, manifiesta un México nuevo y una esperanza para el futuro.

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