EFE
SITGES, ESPAÑA.- Jamie Bell, que encarnó al niño bailarín de Billy Elliot, protagoniza el filme de terror Deathwatch, ambientado en la I Guerra Mundial y en el que hace su primer papel adulto, de la mano del debutante Michael J. Bassett.
La película entra a concurso en la sección Fantástic del 35 Festival de Cinema de Cataluña, inaugurado el pasado día 3 en la ciudad costera de Sitges (nordeste de España) y cita internacional imprescindible para los entusiastas del terror y la ciencia ficción.
Entre los contendientes en esa sección está la mexicano-española Asesino en Serio, de Antonio Urrutia, proyectada el pasado viernes y que tiene entre sus productores a Guillermo del Toro, quien ese mismo día recibió el premio honorario Máquina del Tiempo.
Deathwatch, a cuya presentación comparecieron Bell y el director Bassett, cuenta la historia de nueve soldados ingleses que se refugian en trincheras alemanas tras verse atrapados en una nube de gas y son víctimas de una locura colectiva con tintes sobrenaturales.
Bell, que ya tiene 16 años y acudió a Sitges (nordeste de España) con una imagen muy diferente a la de Billy Elliot (2000), dijo que se siente "cansado" de que le identifiquen constantemente con el filme dirigido por Stephen Daldry.
El actor británico, de 16 años, explicó que tras Billy Elliot le llegaron numerosos guiones, en especial de Estados Unidos.
"Pero eran para interpretar a un niño y a mí me interesaba hacer la transición a una persona adulta", dijo Bell, quien consideró que "Deathwatch era el papel perfecto para ello".
Según Bassett, su objetivo era rodar una película de terror del género de "casas encantadas", pero "al mismo tiempo quería darle un enfoque nuevo", porque "quería combinar el horror real de la guerra con la temática sobrenatural".
La jornada en Sitges incluyó también otro estreno muy esperado por los amantes del cine fantástico, Cypher, de Vincenzo Natali, quien aspira con su segundo largometraje a repetir el éxito logrado en esta ciudad hace cuatro años, al llevarse a Canadá el premio a la mejor película por Cube.
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Su etapa como bailarín
Cuando las cosas se hacen con pasión y total convicción, no importan los obstáculos que se tengan que superar. Ésa es la premisa básica de Billy Elliot (2000), cinta inglesa que viene precedida de excelentes comentarios por parte de la crítica y que puede dar la sorpresa a la hora de la entrega del Premio de la Academia.
El mundo de Billy Elliot nos ubica a mediados de los 80, en plena época de La Dama de Hierro, Margaret Thatcher, cuando los mineros de carbón se encuentran en huelga para luchar por mejores condiciones de vida y la policía, como siempre, está presta para sofocar cualquier intento de rebelión.
Billy Elliot (Jamie Bell) es un pequeño de 11 años que se ha visto afectado por el conflicto desde el momento que su padre, Jackie (Gary Lewis), y su hermano, Tony (Jamie Draven), son dos de los más comprometidos huelguistas y, en consecuencia, no pueden llevar dinero a casa. Por si eso fuera poco, la madre de Billy falleció recientemente, tiene que cuidar de su abuela y su padre lo obliga a tomar clases de boxeo, disciplina para la cual no tiene habilidades.
A pesar de que la cinta muestra unas cuantas escenas de baile (estupendamente interpretadas por el joven Bell), no es ése el principal tema de la misma. Se trata de un filme que presenta a un padre que realiza los sacrificios necesarios para reconciliarse con su hijo y de un niño que encuentra el valor necesario para perseguir sus sueños.