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BAGDAD, IRAQ.-Aunque el presidente Saddam Hussein no enfrenta retos en el referéndum de ayer sobre su presidencia, el gobierno busca obtener el mayor número posible de votos a fin de presentar al mandatario como un gobernante popular y enviar una señal de repudio a Estados Unidos.
Durante semanas, la televisión y la radio del Estado han exhortado al público a darle al dirigente otro mandato de siete años. Su partido Baath ha realizado manifestaciones y convocatorias en cada vecindario, bajo el lema "Sí, sí, sí Saddam".
Ayer la televisión estatal continuó emitiendo imágenes de funcionarios votando y alabando ampliamente a Saddam.
"Al darle el sí al presidente Saddam Hussein, el pueblo iraquí vota a favor de su libertad, su independencia, su futuro y su destino, porque Saddam simboliza todo eso. Los iraquíes, de hecho, están votando por sí mismos hoy", declaró Izzat Ibrahim, vicepresidente del Consejo del Comando Revolucionario, al emitir su voto en Bagdad.
En el previo referendo, realizado el 15 de octubre de 1995, Saddam recibió el 99.96% de los votos a favor. Actualmente, las autoridades buscan un porcentaje incluso mayor.
Casi 12 millones de personas son esperadas en las 1,905 casillas electorales colocadas en 72 distritos, con casillas separadas para hombres y mujeres en cumplimiento de las normas islámicas de separación de los sexos.
La mayor parte de las casillas están ubicadas en escuelas, llenas de carteles del presidente. A fin de animar a los votantes, son ofrecidos sorbetes, galletas y té, mientras los niños cantan temas patrióticos.
Iraq busca presentar el plebiscito como un acto de defensa nacional para responder a la presión estadounidense para derrocar a Saddam. El lunes, el presidente estadounidense George W. Bush calificó a Iraq de uno de los objetivos en la guerra contra el terrorismo.
En un acto electoral realizado en el Estadio Popular de Bagdad, el vicepresidente Taha Yassin Ramadan condenó los supuestos planes estadounidenses de ocupar Iraq tras el derrocamiento de Saddam, al señalar que el gobierno de Bush está "loco y es maligno".
En Iraq, donde no se critica a Saddam en público, no es extraño encontrar a gente común y corriente hablando con palabras amargas sobre Estados Unidos y sus aliados, al tiempo de alabar a su presidente.
Sentado en la puerta de su casa en Kerbala, 120 kilómetros al sur de Bagdad, Ali Ahmed Abdul Munaim esperaba que se abriera la casilla en la escuela al otro lado del camino, a fin de votar "y terminar con todo".
"Yo no voy a votar por Saddam debido a que mi voto por Saddam fue determinado hace mucho. Lo voy a hacer contra Estados Unidos y Gran Bretaña", dijo Abdul Munaim a The Associated Press ayer por la mañana.