(Reuters) -Un avión de pasajeros cayó en la bahía de Manila el lunes después de despegar de la capital filipina en un vuelo doméstico, matando a 18 de las 34 personas a bordo.
Dieciséis personas, entre ellas dos australianos, fueron halladas con vida.
Más de ocho horas después que el avión Fokker se estrellara en las turbias aguas de unos 11 metros de profundidad, equipos de rescate habían recuperado 14 cadáveres, algunos aún atados a sus asientos.
El jefe de los guardacostas, vicealmirante Ruben Lista, dijo que la operación había pasado a la fase de "búsqueda y recuperación", sugiriendo que se habían acabado las esperanzas de hallar con vida a los otros cuatro desaparecidos.
Se teme que estos quedaron dentro del avión, que se llenó de agua de inmediato y se hundió en la bahía, dijeron las autoridades.
El avión transportaba a 29 pasajeros y cinco tripulantes.
Una cinta de video de un testigo mostró una rastro de humo que salía del motor izquierdo del avión Fokker 27, poco antes de que se precipitara a la bahía, cuando se dirigía la la ciudad de Laoag, a 400 kilómetros al norte de la capital de Filipinas.
Laoag es un centro de juegos popular entre los turistas de China y Hong Kong. Cuenta con uno de los mayores casinos de Filipinas y tiene conexión aérea directa con Hong Kong.
El avión cayó a cerca de un kilómetro de la costa, tres minutos después de despegar de Manila, dijo la Oficina de Transporte Aéreo.
Una mujer que estaba caminando por los márgenes de la bahía de Manila con sus hijos dijo a una estación de radio: "Primero vi humo negro, y luego, súbitamente, la parte de la cola se partió y el resto del avión se hundió en la bahía. Vi a un hombre agitando un pedazo de tela blanca. Luego no lo pude ver más".
Cuatro de las víctimas fatales eran niños, entre ellos un menor de 11 años cuyo cuerpo fue encontrado atado todavía a su asiento.
Había al menos ocho extranjeros entre los pasajeros, entre ellos unos cinco australianos, dijo a Reuters el vicepresidente de la aerolínea Laoag International Airlines, Alvin Yater.
La embajada australiana en Manila dijo tener conocimiento de que al menos seis australianos viabajan en el avión.
El piloto y el copiloto estaban entre los sobrevivientes.
Cerca de la mitad de estos estaban en condiciones críticas, algunos inconscientes.
PILOTO ADVIRTIO A PASAJEROS QUE NADARAN Steve Thompson, un australiano de 25 años que sobrevivió, dijo que vio salir humo de la parte izquierda del avión.
Thompson, con los brazos y las piernas vendados, declaró a la prensa local que el piloto advirtió a los pasajeros que nadaran antes de que el avión cayera.
"El avión se estrelló, eso es lo que sucedió. No quiero hablar de eso".
Más de una decenas de embarcaciones, entre ellas de la marina, llegaron al lugar donde cayó el avión para las operaciones de búsqueda, rescate y recuperación.
El jefe del Transporte Aéreo, Adelberto Yap, dijo que el piloto reportó problemas con un motor poco después de despegar.
"El dijo por radio a la torre (de control) que tenía problemas y que iba a hacer un amarizaje forzoso", dijo Yap a Reuters, y agregó que no había señales de sabotaje.
Este es el segundo accidente de un avión Fokker en una semana. Veinte de los 22 pasajeros y tripulantes murieron en el aeropuerto internacional de Luxemburgo el 6 de noviembre, cuando un Fokker 50 de dos motores se estrelló en un campo en medio de una intensa neblina mientras se disponía a aterrizar.
El mayor accidente de aviación en Filipinas ocurrió en abril del 2000 cuando un Boeing 737-200 de Air Philippine se estrelló cerca de la ciudad de Davao y las 131 personas a bordo perecieron.