LA JORNADA
México, DF.- La pobreza pone en riesgo la estabilidad política y económica del país e incrementa los conflictos sociales y la inseguridad, advirtió Marta Sahagún, presidenta de la Fundación Vamos México. No obstante, confió en que la etapa más difícil para la economía mexicana “ya pasó” y existen las bases para que en los próximos años el crecimiento sea más acelerado.
Al participar ayer en la inauguración de la convención Nacional de Industriales de la Cámara nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), la esposa del presidente Vicente Fox señaló que el cambio en México requiere de bases sólidas y no admite “la improvisación, mucho menos las acciones populistas, electoreras o demagógicas” que sólo tienen un efecto temporal.
La ex vocera de la Presidencia hizo un elogio de la gestión de su ahora esposo al asegurar que lleva a cabo un proyecto con visión de corto, mediano y largo plazos, el cual ha tenido logros en “todos” los ámbitos: “mayor democracia, libertad absoluta, disminución drástica de los niveles de impunidad y corrupción, manejo honesto y transparente de los recursos”, una estrategia de combate a la pobreza basada en la creación de oportunidades y avances en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico; además, “ya no se gobierna con la mentira, ni con impunidad ni con autoritarismo”.
De la misma forma, justificó la falta de resultados en el manejo de la economía al señalar que los rezagos acumulados no se pueden resolver “en tan poco tiempo”.
También criticó a quienes “se resisten al cambio y lo cuestionan a pesar de sus logros evidentes”, entre los que destacó la aplicación de una economía “con rostro humano”.
“Es natural que aquellos que actuaron con impunidad quieran seguir manteniendo sus privilegios ilegítimos en detrimento de la calidad de vida de la mayoría de la población”, agregó.
En seguida, Sahagún afirmó que la población marginada es “una de las máximas prioridades” del gobierno de Vicente Fox, pero “no puede solo” y por ello se requiere una participación cada vez mayor del sector privado en el combate a la miseria, pues a la pobreza no se le puede vencer con “las viejas políticas asistenciales y paternalistas, tampoco con dádivas y limosnas”.
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