Deportes Liga MX Apertura 2025 NFL Lucha libre boxeo

Cancha Central

Raúl Fernando Garza Cantú

MÓNICA SELES: LA CAMPEONA POR EXCELENCIA

El nombre de Mónica Seles es sinónimo de lucha, valor y una actitud de no-rendición no importa si la situación está relacionada a su vida profesional o a su vida personal. Su vida ha sido una montaña rusa llena de altibajos y aún así ella se las arregla para mantenerse en la cima del juego de tenis año tras año. Su habilidad para superar la adversidad y continuar jugando al tú por tú con las mejores (Venus Williams, Serena Williams, Jennifer Capriati, Martina Hingis, Lindsay Davenport, Kim Clijsters, Justine Henin), a veces ganando y a veces lidiando con la derrota, es lo que hace a Mónica tan especial.

Los logros que ha obtenido en el deporte del tenis serán recordados por siempre.

Cuando por primera vez surgió a la escena tenística en 1989, los seguidores del deporte blanco no sabíamos exactamente qué pensar de aquella chiquilla adolescente. Golpeaba la pelota más duro que cualquiera antes que ella. Finalmente aparecía una jugadora para competir con Steffi Graf. Y eso es justo lo que hizo. Nadie fue más dominante a principios de la década de los noventas que la mismísima Mónica. Después de ganar su primer torneo de Grand Slam, el Abierto Francés, en 1990, ella se siguió y ganó siete de los siguientes once eventos de Grand Slam hasta el Abierto de Australia en 1993; más, en total tiene nueve títulos de los cuatro grandes. Consiguió cuatro Abiertos Australianos en los años 1991, 1992, 1993 y 1996; tres Roland Garros, el ya mencionado en 1990, en 1991 y 1992; por último dos Abiertos de Estados Unidos en las temporadas 1991 y 1992. Con estos datos nos es fácil saber quién fue la tenista número uno del mundo en 1991 y 1992. Defender los títulos de Australia, Francia y Estados Unidos en 1992 fue una hazaña extraordinaria que pronto pondría el nombre de Mónica en los libros de récords. Nosotros la vimos dominar torneo tras torneo y también la vimos controlar la clasificación número uno mundial completamente por más de cien semanas. Ella parecía invencible y por si fuera poco juega con las dos manos tanto de revés como de derecha, lo que muchos consideran una limitación al momento de contestar los tiros de sus oponentes... ¡ah! se me olvidaba un pequeño detalle, Mónica resopla cada vez que golpea la pelota por el esfuerzo que realiza. Sus resoplidos se han oído alrededor del mundo, inclusive llegaron a causar controversia entre algunas jugadoras que se quejaban porque les quitaba concentración durante el punto; aspecto con el que no estoy de acuerdo con las quejosas. Esta forma de resoplar es su característica que define a una de las más estupendas jugadoras de todos los tiempos. La mayoría de nosotros hemos acogido a esta damita quien se granjeó los corazones del mundo del tenis.

Y después sucedió lo que nunca nos imaginamos. Un 30 de abril de 1993, el mundo fue testigo del acto más terrible y atroz que el deporte haya visto hasta ese momento. Durante un partido contra la búlgara Magdalena Maleeva en un torneo en Hamburgo, Alemania, un admirador enloquecido de la archirrival de Mónica, Steffi Graf, la apuñaló en la espalda con un cuchillo de casi 23 centímetros. El mundo estaba impactado y Mónica probablemente se traumatizaría por el resto de su vida, porque a pesar de que el que la apuñaló fue detenido, todavía es incierto si fue solamente uno el enloquecido o hay otro u otros rondando por el mundo en espera de una oportunidad. La joven tenista sólo tenía 19 años y era la número uno del orbe. Nada como esto había pasado hasta ese entonces. Mónica salió del tenis profesional durante 27 meses. Durante ese tiempo, el deporte blanco no fue lo que había sido. Había momentos cuando surgía la pregunta de si ella alguna vez volvería al juego que tanto quiere.

Pero Mónica Seles regresaría y volvería a escalar hasta la cima. Su regreso empezó cuando ganó el Abierto Canadiense en 1995 y llegó a la final de otro Grand Slam, el Abierto de Estados Unidos, un mes después. En enero de 1996, capturó su cuarto Abierto Australiano para completar los nueve títulos de los cuatro torneos más importantes en el planeta, además de que una vez más alcanzó la final del Abierto Estadounidense. Cuando las cosas finalmente estaban volviendo a la normalidad, Mónica pierde a su padre víctima del cáncer en 1998 y en menos de un mes, logra colocarse de nuevo en la final del Roland Garros, y fue uno de los eventos más conmovedores en el mundo del deporte ese año. Esto es lo que se llama una mujer valiente con una fuerza mental a toda prueba. No por nada, sus colegas y a la vez oponentes la describen como la tenista más difícil de derrotar mentalmente.

Habiendo pasado por todo esto, Mónica ha permanecido campeona. Ella posee la marca de más victorias en torneos y más títulos de Grand Slam que cualquier otra jugadora activa en el circuito. También mantuvo la clasificación número uno del mundo durante 178 semanas siendo esta la quinta en la historia. Ella es la única mujer en terminar el año entre las mejores diez durante los últimos ocho años. Los jugadores y jugadoras de ambos circuitos la respetan por su actitud que mantiene hacia el juego. A ella le encanta jugar. El tenis es su vida y todo lo que le ha pasado ha ayudado a darle forma al ser humano que es hoy. Conforme sigue madurando con ese garbo que la caracteriza, está claro que el retiro no se vislumbra en un futuro cercano. Mónica comenta “Ya que a menudo mi mente quiere volver al pasado y pensar en cómo pudieron haber sido las cosas o quiere adentrarse en el fututo y pensar en el qué pasará, estoy tratando de disfrutar el presente y de estar agradecida con la vida”. Su filosofía de la vida es lo que verdaderamente pone a Mónica por encima de los demás. Su perspectiva positiva es su verdadera virtud. Ella tiene el corazón de una campeona y cuando todo se haya dicho y hecho, Mónica Seles será conocida como una de las jugadoras de tenis más maravillosas en la historia. El legado de Mónica Seles seguirá viviendo para siempre.

Curiosidades del deporte blanco

Sabían ustedes que Mónica Seles al momento de ganar su tercer Roland Garros consecutivo en 1992 se convirtió en la primera tenista en lograr esta hazaña desde que lo hiciera Hilde Sperling en los años 1935, 1936 y 1937.

Leer más de Deportes

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Deportes

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 14857

elsiglo.mx