AP
WASHINGTON, EU.- Abd al-Rahim al-Nashiri, señalado como el jefe de operaciones de la organización Al Qaeda en el golfo Pérsico, fue capturado, según anunciaron el jueves funcionarios del gobierno estadounidense.
Al-Nashiri, sospechoso de ser el autor intelectual de la explosión del buque USS Cole en octubre del 2000, fue capturado en un país no revelado a principios de mes y está en poder de las autoridades estadounidenses, dijeron los funcionarios.
Se trata del dirigente de mayor rango de Al Qaeda capturado desde que agentes de la CIA, el FBI y la policía paquistaní capturaron en marzo a Abu Zubaydah, en Faisalabad, Pakistán. Zubaydah era el jefe de operaciones de Osama bin Laden.
Las autoridades estadounidenses había dicho recientemente que un alto dirigente había sido capturado, pero se negaron a identificarlo. El domingo, el director de Seguridad Interna, Tom Ridge, dijo que el líder estaba dando información a sus interrogadores.
Se sospecha que Al-Nashiri ha participado en varias conspiraciones terroristas de Al Qaeda, incluso en las explosiones de las embajadas del este de África en 1998. Uno de los atacantes suicidas de la embajada de Nairobi, conocido como Azzam, se cree que era su primo. Se dice que Al-Nashiri sería saudí o yemení.
También ha viajado bajo otros nombres, entre ellos Umar Mohammed al-Harazi y Abu Bilal al-Makki. Funcionarios estadounidenses creen que estuvo en Ghazni, Afganistán, durante la época que comenzaba la guerra en octubre del 2001. Se cree que se trasladó a Pakistán cuando cayeron los talibanes, y que habría viajado a Yemen en meses recientes. Algunos yemeníes dijeron que se había ido a Malasia.
En el ataque al Cole, funcionarios estadounidenses dijeron que al Nashiri dio órdenes telefónicas a los atacantes, que eran de los Emiratos Árabes Unidos. Huyó a Afganistán.
Asimismo, ha participado en varias conspiraciones contra objetivos de Estados Unidos en los recientes tres años.
La captura de al Nashiri es el más reciente éxito en los esfuerzos de las autoridades norteamericanas a fin de capturar o matar a los dirigentes de Al Qaeda.