WASHINGTON, EU.- Las autoridades estadounidenses acusaron ayer a John Allen Muhammad, uno de los dos sospechosos en el caso del francotirador de Washington, con cargos que pueden sancionarse con la pena de muerte, dijeron funcionarios del Departamento de Justicia.
Los cargos fueron presentados en una querella penal contra Muhammad, de 41 años, quien se encuentra actualmente bajo custodia federal por cargos de posesión de armas.
Muhammad ya fue acusado de delitos sancionables con la pena capital en Virginia y Maryland.
Los cargos federales incluyeron extorsión, además de uso de un arma de fuego en la comisión de un crimen violento que resultó en la muerte de varias personas, dijeron las autoridades.
La cartas que se encontraron cerca del lugar de uno de los asesinatos demandaban a las autoridades depositar 10 millones de dólares en la cuenta de una tarjeta de crédito.
Entre otros posibles cargos se incluye la interrupción del comercio interestatal.
“Eso no significa que seremos los primeros en tomar” el caso, dijo un funcionario. “Significa que tenemos cargos que creemos que podemos respaldar en una corte”.
Las autoridades federales rehusaron hablar de cargos contra el acompañante y presunto cómplice de Muhammad, John Lee Malvo, de 17 años, por ser menor de edad.
Muhammad, un veterano de la Guerra del Golfo Pérsico, de 41 años, fue acusado del asesinato el 9 de octubre de Dean Harold Meyers en el condado de Prince William, en Virginia. También enfrenta cargos por el asesinato el 11 de octubre de Kenneth Bridges en el condado de Spotsylvania del mismo estado.
Asimismo, Muhammad y Malvo enfrentan cada uno seis cargos de asesinato en Maryland por los seis crímenes que ocurrieron ese estado. Otra de las muertes tuvo lugar en Washington, DC.
La capital estadounidense no tiene un estatuto de pena de muerte, pero sí Virginia y Maryland y ambos estados han prometido usarlo en este caso.
Malvo no fue nombrado en la acusación, pero tanto él como Muhammad también fueron acusados de intento de asesinato, conspiración y comisión de un acto terrorista por herir a un hombre de 37 años en Ashland, Virginia, el 19 de octubre.
El lunes, la policía dijo también que los dos sospechosos fueron relacionados con un asesinato y un atentado en una sinagoga en el otro extremo del país, en Tacoma, estado de Washington.
Las autoridades de Maryland argumentan que como la mayoría de las víctimas fueron asesinadas allí, el estado debe tener la prioridad de juzgar primero a los sospechosos.
Muhammad y Malvo son también requeridos por un cargo de asesinato en Alabama y las autoridades de ese estado han prometido buscar la pena de muerte.
Los fiscales de Virginia y Maryland, cuyos suburbios forman parte del área de Washington D.C., han indicado que tienen pruebas de que Malvo fue el que disparó en al menos uno de los asesinatos, pero no han dado detalles.
Un testigo del caso fue arrestado en Michigan el fin de semana y se espera que sea trasladado a Maryland.
El testigo, Nathaniel Osbourne, era uno de los propietarios de un Chevrolet Caprice 1990 en que los dos sospechosos fueron arrestados. Se ha informado que el automóvil fue alterado para acomodar a un francotirador, con un asiento trasero móvil y espacio para que el tirador disparara a través de un agujero en el maletero.