México (Notimex).- La fiesta religiosa más importante para los católicos se encuentra en pleno. Los danzantes concheros al centro del atrio de la Basílica de Guadalaupe reciben a los cientos de peregrinos que con el rostro bañado en sudor llegan hasta los pies de la imagen de la Emperatriz de América.
Hasta el momento, los cuatro puestos de socorro y protección civil instalados en el atrio de la basílica reportan saldo blanco, pues ningún incidente ha empañado la conmemoración del 471 aniversario de las apariciones guadalupanas.
Al fondo del atrio, en la zona del campanario se instaló una carpa, en donde evangelizadores de tiempo completo hablan a través de un micrófono a los feligreses sobre el significado de las apariciones de la virgen y lo importante de su religión.
En tanto, por la calle de Fray Juan de Zumárraga y las calzadas de Guadalupe y Misterios, los feligreses no dejan de llegar en peregrinaciones y con el rostro marcado por el cansancio, debido a un largo recorrido, la mayoría hecho a pie.
A pie, en bicicleta, autobuses, camiones de redilas e incluso tráileres, los peregrinos arriban a las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe.
Vienen de Puebla, Oaxaca, México, Tlaxcala, Hidalgo y Guerrero, la mayoría; otros tantos de los demás estados del país, incluso algunos turistas de Centroamérica o Estados Unidos, quienes se muestran sorprendidos por una fiesta que se ha convertido en tradición.
A la entrada del templo mariano, los feligreses arremangan sus pantalones y se arrodillan para llegar así ante la imagen de la virgen, pedirle un milagro, hacerle una promesa o simplemente rendirle tributo.
Decenas de arreglos florales, veladoras y globos de todos colores, formas y tamaños adornan el recinto religioso para festejar a la morenita en su día.
Este año, al igual que en los últimos dos, el comercio se ha mantenido ordenado, pues sólo se permitió la instalación de mil 200 puestos en las calles de Fray Juan de Zumárraga y Calzada de Guadalupe.
Sólo alguno que otro "torero" vende furtivamente en el atrio sus mercancías, pequeñas medallas o estampas, que pueden ocultar de la vigilancia que la Policía Federal Preventiva desplegó para este día a 400 elementos sólo en el atrio.
En las afueras del templo, los elementos de vía pública de la delegación Gustavo A. Madero recorren las calles en sus camionetas para asegurar las mercancías en lugares no permitidos, mientras que los mil 200 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública asignados para este operativo vigilan que no se altere el orden.
Debido a que las calles que rodean a la basílica se encuentran cerradas, el transporte público desvía su recorrido y realiza las paradas con anticipación. Sin embargo, los feligreses pueden utilizar el Sistema de Transporte Colectivo Metro en sus estaciones Martín Carrera y Deportivo 18 de Marzo para acceder al templo.
Mientras que La Casa del Peregrino está abierta para que los feligreses que llegan en autobuses puedan estacionar sus unidades y caminar hasta el santuario guadalupano.