México, D.F.- Cuando se trata de celebrar una fecha importe, no importa las veces que haya que reunirse, por eso los chavos de El Gran Silencio convocaron nuevamente a su público, esta vez abierto a menores de edad, a su fiesta por el décimo aniversario de la banda.
El domingo por la noche la raza tuvo un reencuentro en el Bar La Tumba, luego de que los músicos de La Unidad Modelo “desaparecieron” del mapa para la preparar su nuevo álbum, el cual saldrá al mercado en marzo del 2003.
Fueron en total tres horas de música efectiva, y casi no faltó ni un tema de los éxitos de sus materiales discográficos, así como de las colaboraciones que han hecho para soundtracks y discos tributo.
A pesar de que el evento fue anunciado como tardeada, inició a las 19:25 horas y terminó a las 22:15 horas.
Un inicio “pobre”
Antes de Libres y Locos, primer producción discográfica con la compañía EMI, el Gran Silencio tiene su historia llena de música, tocadas, amigos y anécdotas.
El grupo comenzó en 1990 cuando Cano y Papo, amigos de secundaria, iniciaron el grupo con la intención de divertirse y expresarse, utilizando una guitarra acústica y una armónica, acompañados de amigos que con botes integraban las percusiones y los coros.
Así, en base a la práctica, ya que no contaban con alguna teoría musical, y después de dos años más o menos, empezó a formarse el grupo al que bautizaron como “La Zona del Silencio” gracias a la misteriosa área ubicada entre Chihuahua, Coahuila y Durango donde abundan las historias sobre extraterrestres y Ovnis.