El Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan, declaró hoy, lunes, en la Universidad de Zhejiang (este) que "China se encuentra al borde de una epidemia de Sida", informa la prensa independiente.
"China no puede perder más tiempo si desea frenar la propagación del virus del Sida. Esta es la hora de la verdad, el gobierno debe asumir su responsabilidad", aseguró Annan durante un discurso pronunciado ante 500 estudiantes universitarios en la ciudad de Hangzhou, capital provincial.
Según las estadísticas de Naciones Unidas, China acoge entre 800.000 y 1.500.000 enfermos de Sida, y más de 30.000 personas, en su mayoría campesinos, habrían muerto víctimas del mal hasta finales de 2001.
"China tiene todas las de ganar si decide tomar cartas en el asunto ahora, y todas las de perder si retrasa la decisión", precisó Annan, que inició ayer una visita de cuatro días al gigante asiático.
Annan exhortó a los dirigentes chinos "a superar los prejuicios y difundir entre la población el mensaje de que el Sida es una enfermedad con solución. La segregación de las víctimas no es una respuesta acertada".
El régimen comunista, que negó hasta hace apenas dos meses la existencia de un problema sanitario vinculado con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) -causante del Sida-, ha cifrado en 850.000 el número de enfermos y reconoció que superarán el millón a finales de año.
La situación es especialmente grave en la provincia central de Henan (la más populosa de China con 92 millones de habitantes), donde cientos de miles de campesinos contrajeron la enfermedad en los años 90 tras vender su sangre a clínicas itinerantes, que no respetaban las mínimas medidas de esterilización.
Según Qi Xiaqiu, director general del Departamento de Control de Enfermedades, "el número de enfermos de Sida se incrementó en un 58 por ciento entre el año 2000 y el 2001" y "el 68 por ciento contrajo la enfermedad al utilizar agujas infectadas".
Naciones Unidas ha denunciado en repetidas ocasiones "la pasividad" del gobierno chino a la hora de combatir la enfermedad y la "opacidad informativa" de los dirigentes locales, que falsean las estadísticas oficiales para evitar las reprimendas de Pekín.
"El silencio, la ausencia de información, acarrea la muerte. La gente necesita saber que pueden ser examinados sin sufrir discriminación ni vergüenza. Los enfermos deben ser tratados y llevar una vida digna", afirmó Annan.
El secretario general de la ONU vinculó la expansión de la enfermedad con el crecimiento económico, "la respuesta que las autoridades de este país den a la amenaza que representa el Sida, determinará las repercusiones económicas y el coste social".
"Es imposible predecir la magnitud de lo que ocurrirá si se disparan los niveles de mortalidad entre la juventud china, si se canaliza el dinero para la construcción de orfanatos y se incrementan los costes de la seguridad social", puntualizó.
Además, "lo que ocurra en el gigante asiático determinará el impacto global de la enfermedad y marcará la senda a seguir para el combate contra el Sida en el resto del planeta", señaló.
Tanto la ONU como la Organización Mundial para la Salud (OMS) han vaticinado que China acogerá a más de 10 millones de enfermos de Sida para el final de esta década, "si el gobierno no adopta medidas de urgencia".
China, país donde el primer caso de Sida se detectó en 1985, superará los niveles de algunos países del continente africano en un par de años, "si todos los departamentos del gobierno, sin excepción, y cada uno de los estamentos sociales no asumimos nuestro papel", reconoció Qi.
Tras ser acusado de negligencia por las organizaciones internacionales, el gobierno chino ha lanzado en los últimos meses varias campañas para el uso del preservativo entre la juventud, ha fomentado la producción nacional de fármacos y ha subsidiado, en algunos casos, el tratamiento de los enfermos.
El gobierno chino ha advertido también a las multinacionales farmacéuticas que, de no reducir notablemente los precios de los fármacos contra el Sida, promulgará una directiva oficial que de vía libre a la copia de las patentes internacionales.
Pese al evidente cambio de postura de las autoridades y la divulgación por vez primera de estadísticas oficiales fiables sobre el impacto del Sida, el gobierno impide terminantemente el acceso de periodistas y cooperantes a las zonas más afectadas por la epidemia.
Además, varios activistas han sido condenados a prisión por lanzar campañas de concienciación entre la población. EFE