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París, Francia.- El presidente francés, Jacques Chirac, reiteró ayer a su colega de Estados Unidos, George W. Bush, su rechazo a que el Consejo de Seguridad de la ONU, del que Francia forma parte, emita una resolución que contemple el uso de la fuerza contra Iraq.
Según la vocera del jefe de Estado francés, Catherine Colonna, el presidente Bush telefoneó ayer a Chirac para presentarle el proyecto de resolución que Washington ha consensuado con Londres sobre Iraq y para pedirle su apoyo al texto.
Sin embargo, Chirac se mostró reacio a que Francia apruebe el documento y afirmó que París está más convencido que nunca de que lo que se precisa para resolver la crisis es un proceso en dos tiempos en el marco de las Naciones Unidas.
El presidente galo explicó a su homólogo estadounidense que, “dada la gravedad de las decisiones a tomar y sus consecuencias”, la mayoría de países la comunidad internacional está a favor de este planteamiento. Chirac precisó a Bush que Francia persigue la redacción, en el caso de Bagdad, de una resolución “simple y firme” que muestre “la determinación de la comunidad internacional a favor del rápido retorno de los inspectores de la ONU a Iraq”.
La iniciativa francesa propone la adopción de dos resoluciones por parte del Consejo de Seguridad, la primera sobre el retorno sin condiciones de los inspectores de armas y otra más si Bagdad no la respeta y que autoriza en ese caso el uso de la fuerza contra Bagdad.
La postura francesa es compartida por China y Rusia, miembros permanentes al igual que Francia del Consejo de Seguridad de la ONU.
La víspera, el primer ministro chino, Zhu Rongji, afirmó tras entrevistarse aquí con Chirac, al inicio de una visita oficial, que Beijing aprueba la iniciativa francesa en dos tiempos para solucionar el problema iraquí en el marco de la ONU.
Chirac también conversó telefónicamente con el su homólogo ruso Vladimir Putin, en quien también encontró “una concertación muy estrecha” en este tema, informaron fuentes de la presidencia francesa.
Para tratar de convencer a las autoridades francesas de adoptar una posición más favorable a las tesis estadounidenses y británicas sobre la cuestión, ayer estuvo en París el tercer hombre en la escala del Departamento de Estado norteamericano, Marc Grossman.
Grossman mantuvo contactos con altos funcionarios del Ministerio francés de Asuntos Exteriores y hoy viajará a Moscú para debatir del mismo asunto con las autoridades rusas.