LONDRES (Reuters) - Científicos israelíes dijeron el lunes que habían logrado con éxito hacer crecer riñones humanos en ratones, en un avance notable que podría ayudar algún día a salvar a miles de pacientes que esperan trasplantes.
Decenas de miles de pacientes en todo el mundo, entre ellos 50.000 sólo en Estados Unidos, necesitan un nuevo riñón. Muchos mueren antes de hallar un donante idóneo.
Los investigadores del Instituto de Ciencia Weizmann, dirigidos por Yair Reisner, dijeron que habían trasplantado células madre de seres humanos y de fetos de cerdos a ratones.
Los riñones crecieron y se convirtieron en órganos funcionales de tamaño proporcional al del ratón, filtrando sangre y produciendo orina, informaron los científicos en la revista Nature Medicine.
Las denominadas "células madre" pueden desarrollarse y convertirse en diversos órganos y tejidos del cuerpo. Los investigadores utilizaron esas particularidades en células renales precursoras, que tienen más probabilidades de formar tejido renal.
Sin embargo, saber cuál era el mejor momento para trasplantar estas células fue un reto.
Los científicos dijeron que habían usado células madre en diferentes etapas de desarrollo y hallaron que las que producían los riñones más saludables procedían de fetos humanos de siete a ocho semanas de edad y de fetos de cerdo de cuatro semanas de edad.
Los hallazgos permiten creer que el nuevo método podrá suplantar esas intervenciones quirúrgicas en los seres humanos pues las células, en particular las del riñón del cerdo (no así otros órganos de este animal), no son rechazadas por el organismo.
El riñón "adicional", aducen, recibe la irrigación sanguínea que le permite funcionar normalmente y evita el rechazo de esas células, y le permite producir orina.
Más de 50.000 personas esperan un trasplante de riñón sólo en los Estados Unidos, donde el año pasado fallecieron 2.000 enfermos por no encontrar donantes, informa el Instituto Weizman.
Las células empleadas para el experimento fueron tomadas de tejidos de fetos humanos de entre siete y ocho semanas de existencia, y de cuatro semanas en el caso de los fetos porcinos.
Extraídas antes de esos tiempos, indican los investigadores, esas células primigenias podrían evolucionar "en forma desorganizada" y producir, por ejemplo, tejido óseo, cartilaginoso o muscular. Y si se hiciera después de esos tiempos, agregan, se corre el riesgo de un rechazo por parte del sistema inmunológico.
En esos "períodos óptimos" del tiempo del feto esos tejidos no contienen células que el organismo pudiera detectar como extrañas, encontraron los científicos.
Esas células, que se originan en el sistema sanguíneo, tardan diez semanas en conformar el riñón.
El nuevo método está actualmente en periodo experimental. Si se comprueba su eficacia en seres humanos, indica el Instituto, el tratamiento se podrá aplicar en pocos años".