Desde el lunes pasado la librería ?Antonio Estrada?, del Instituto de Cultura del Estado de Durango, cerró sus puertas al público, por no contar con trabajadores para la atención al público, ya que 4 empleados, entre ellos la administradora, Gabriela Palencia, fueron despedidos.
A decir de algunos trabajadores del ICED, que prefirieron omitir sus nombres por temor a represalias, desde el pasado 26 de agosto las autoridades del Instituto les entregaron a los 4 elementos, que atendían la librería en mención, los oficios en los que se les notificaba su despido, debido a que la relación laboral con el órgano de cultura era solo temporal.
La librería ?Antonio Estrada? se ubica en Bruno Martínez, entre las calles Negrete y Aquiles Serdán. Normalmente abre sus puertas al público de 8 de la mañana a 8 de la noche, y se caracteriza por ofrecer precios más módicos a los lectores, así como títulos que difícilmente se localizan en las librerías comerciales, además, cuenta con espacios de lectura.
Al igual que el Museo de Arqueología de Durango ?Ganot-Peschard?, que ya reabrió, la librería no ha podido abrir sus puertas, debido a que todos los empleados que ocupaban fueron despedidos, por ser trabajadores que laboraban bajo el régimen temporal, así que en tanto no se ubique a otras personas para atender al público, tampoco podrá abrir sus puertas.
El Siglo de Durango visitó en no pocas ocasiones la librería, sin embargo, la intención de conocer la situación de primera fuente fue infructífera, las puertas están cerradas y no se observó a trabajador alguno.
La librería recibe usualmente grupos de estudiantes de los diferentes niveles que acuden a realizar sus tareas en equipo, sin embargo, dicha labora en esta semana fue imposible.