Notimex
Mérida, Yuc.- En México persiste la inercia de considerar que las culturas indígenas han desaparecido o que son inferiores al resto de la población nacional, reconoció el postulador de la causa de Juan Diego, José Luis Guerrero Rosado.
Entrevistado en el marco del Congreso Diocesano de Pastoral Maya que se realiza en esta ciudad, expuso que también existe en el país una tendencia a pensar que las comunidades mayas “no son capaces de nada y que no se comparan con nosotros”.
“Como sacerdotes debemos solucionar este problema con base a la buena voluntad, del conocimiento de sus realidades, del reconocimiento de lo que somos y luego, de una actuación de aprecio y colaboración mutua”, puntualizó.
Asimismo, el sacerdote reconoció que el tema del indigenismo se ha puesto de “moda”, empero, sostuvo, “no va a pasar, pues es una parte de nuestra nacionalidad. Análogamente, digamos entre una pareja, hombre y mujer, los dos están al mismo nivel y los dos se necesitan”, añadió.
Cuestionado en relación con las críticas a la canonización del indígena Juan Diego, indicó que éstas provienen de personas “mal informados o mejor dicho prejuicios y aseguró que con base a información, la existencia del santo es incuestionable.
“Son gente que no conoce y opina sin conocer cae en la ignorancia; son gente que esta prejuiciada y no hay remedio para ello”, manifestó Guerrero Rosado.
Al respecto, el postulador de la causa del santo indígena en Roma, Eduardo Chávez Sánchez, opinó: “nuestros indígenas no nos mintieron, porque a veces se llega a pensar que esto (lo relacionado a las Apariciones) es una cuestión simplemente indígena que se les ocurrió”.
“El mensaje de Juan Diego -añadió- está lleno de amor, de unidad y es para el mundo entero. Es hermosísimo que precisamente nos lo hayan trasmitido los indígenas”.
A su vez, expuso que el acontecimiento guadalupanos del Tepeyac “no sólo es para los pueblos indígenas, sino para todos, dado que una de las características más importantes del mensaje de la Virgen de Guadalupe transmitido por Juan Diego es la unidad”.
“Esto nos compromete a todos a ser una unidad familiar, una unidad donde nos amemos como verdaderos hermanos, una familia donde estemos en favor de una justicia por los más indefensos, por los más débiles, por los más pobres, y en esto obviamente se encuentran los indígenas”, abundó.
Por ello, retomó el tema, “la canonización significa que Dios sí existe, que nos ama tan grandemente que nos manda a su madre, que elige a un persona indígena, humilde, da a conocer ese mensaje constante de que todos tengamos una dignidad, de reanimar al hombre caído, al hombre débil, al enfermo”.