SALTILLO, Coah.—La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Cnanp), suspenderá la explotación de todos los aproximadamente 75 pozos de agua que usan los agricultores lecheros de La Laguna en sus cultivos de la zona cercana al Valle de Cuatrociénegas, hasta que se demuestre que no ponen en riego la reserva ecológica de las pozas y su flora y fauna, que son consideradas patrimonio de la humanidad.
Así lo estableció el director nacional de la Cnanp, Ernesto Enkerlin Hoeflich, quien dijo que se hará un estudio de los daños que se han causado hasta el momento y sobre todo para saber si no está en riesgo el área protegida, lo que llevaría a una suspensión definitiva de la explotación de los mantos acuíferos.
Desde hace tiempo habitantes de dicho municipio y grupos de ecologistas de la región, de La Laguna y de Saltillo, han denunciado una y otra vez que la explotación de los pozos de agua de los lecheros pone en riesgo los mantos acuíferos que le dan vida al parque ecológico donde están las famosas pozas del Valle de Cuatrociénegas, porque, según consideran, hay interconexión de los mantos subterráneos de agua.
“YA LE DIERON EN LA TORRE”
Enkerlin Hoeflich, dijo que los cultivos de alfalfa que sembraron los lecheros laguneros afectará de manera mínima el microclima de la región, “porque la zona donde estaban los cactos ya le dieron en la torre con la deforestación”.
Dijo que en materia ecológica hay varios proyectos para la protección y uso del agua de forma racional, sin afectar la reserva natural, para que cuando menos la mitad del caudal sirva para la conservación de la flora del lugar.
Advirtió que mientras no se conozca cuántos pozos de agua podría aguantar la región cercana al Valle de Cuatrociénegas, “es inconcebible que se pretenda seguir perforando sin conocer el impacto ambiental”.
“SE METIERON A LA BRAVA”
Indicó que los agricultores de alfalfa violaron importantes disposiciones ecológicas, y que el tipo de sanciones y sus montos le corresponden a la Profepa, aún cuando lo que se les imponga nunca será suficiente para reparar el daño causado al medio ambiente.
“Se metieron a la brava, a hacer una cosa sin el respaldo suficiente, para saber si se puede o no el cultivo, y entonces se podría cancelar todo el proyecto de explotación”.
Aclaró que por lo pronto se suspenderá el proyecto agrícola de explotación, hasta saber con certeza si se afecta o no a la región protegida.
“Lo hicieron a la antigüita (los lecheros), como se dice: ‘Más vale pedir perdón, que permiso’, pero en el país de ahora ya no se puede seguir con ese tipo de actitudes”.
HABRÍA UNA TERCERÍA
Dijo el funcionario, que podría solicitarse una tercería para tener la certeza de que los estudios que ya existen, son confiables, lo que no se llevaría más de tres meses, aunque se requiere de un estudio nuevo que se llevaría más de un año.
“Ahora empiezan las presiones, se van a quedar máquinas paradas y se va a convertir en un problema económico, por haber iniciado un proyecto sin contar con los permisos en regla”.