¿Sabía usted que la odontología es un arte?, no el arte que aplicamos para obtener estética en los dientes, sino arte en la forma de dar el servicio.
Es una profesión multifacética, en donde debemos manejar con experiencia el arte, la ciencia (y tecnología) y el negocio, para tener una práctica exitosa y servir por completo al paciente.
Hay una gran importancia en la ciencia y en el negocio pero se reconoce cada vez más el valor del arte.
El componente interpersonal de la práctica y su función de mantener la satisfacción del paciente, desarrollándose una filosofía, una tendencia, hacia el interés de mantener una comunicación eficaz con la población de los pacientes.
La diferencia está en entender al paciente, conocerlo, informarle de los servicios profesionales al cuidado de la salud dental.
El cliente siempre tiene la razón, éste es un credo de los establecimientos comerciales y hasta hace poco se relacionó con la odontología.
El sistema de cuidado de la salud ha sido más sensible a las necesidades de los consumidores, en este caso el paciente, con las mismas expectativas van que los que buscan otros tipos de bienes y servicios.
Así todos los aspectos del manejo de la práctica en términos de brindar servicios, relación interpersonal y arreglos financieros están impactados por la necesidad de cumplir con las demandas del consumidor.
La investigación muestra que los pacientes escogen al profesional al cuidado de la salud en base a su amabilidad, disponibilidad y capacidad en ese orden de importancia.
Los pacientes asumen la capacidad del profesional y no tienen bases para evaluar la calidad real, por lo tanto confían en las calidades subyacentes como cortesía, manera del trato, empatía, conveniencia de la localización, disponibilidad del cuidado profesional y economía son las que intervienen para tomar la decisión respecto al profesional.
En conclusión la “calidad del cuidado” se presupone para muchos pacientes, su interés principal es la “calidad humanitaria”.
Los pacientes quieren ser tratados como humanos no como relaciones comerciales.
La práctica debe estar estructurada para cumplir las necesidades del paciente todo el personal debe estar en la filosofía del servicio del paciente, empatía y consideración, tener un gran énfasis en las habilidades en la comunicación verbal y no verbal para mejorar la comprensión y la confianza.
La odontología es una profesión de servicio, por lo tanto ya tenemos esa sensibilidad para poder tratar a nuestros pacientes y esto se va especializando con la práctica diaria ya que no se enseña en el estudio de la carrera.
En realidad nuestro trabajo es muy agradable ya que conocemos diferentes tipos de personalidades y vamos adquiriendo habilidades para conocer o adaptarnos a las condiciones físicas, morales, económicas o psicológicas de cada paciente, a sus inquietudes, reacciones, miedos, fobias, receptividad, etc.
Para llevar una práctica odontológica satisfactoria intervienen muchos factores los cuales algunas veces no dependen directamente de nosotros pero sí nos afecta y estamos diariamente trabajando en mejorar la flexibilidad, adaptabilidad y corregir los errores que se nos escapan de las manos y alcanzar el arte de atender y entender a nuestros pacientes.
La odontología como arte.