La cavidad oral cuenta con un sofisticado sistema sensitivo y motor que juega un papel fundamental en la regulación de funciones tales como la masticación, salivación, deglución y el lenguaje. El sentido del gusto es el responsable de la selección de los alimentos, determinando los hábitos dietéticos del individuo, por lo que las disfunciones de éste pueden afectar el proceso digestivo en algunas de sus fases, ya sea en los estímulos salivales, secreción pancreática, contracción gástrica o en la motilidad intestinal, lo que redundará en el estado nutricional de la persona.
La estomatología tiene una responsabilidad importante en el diagnóstico y el tratamiento, siendo fundamental su aportación para la solución en estas alteraciones.
El gusto es una función que depende principalmente de los botones gustativos, pero también es común experimentar que el sentido del olfato contribuye en forma intensa a la percepción de lo que se llama gusto, además la textura del alimento condiciona la experiencia del sabor.
Relación del gusto con la edad
La ingesta de diferentes alimentos en el niño produce expresiones faciales definidas¸ como ejemplo se puede mencionar la expresión de desagrado ante sustancias amargas o la sonrisa con alimentos dulces, a esta última se le conoce como reflejo gustofacial. Este fenómeno es posible explicarlo pues los carbohidratos elevan los niveles de serotonina, un neurotransmisor que es considerado como antidepresivo. Existen padres que son excesivamente sensibles al reflejo gustofacial y cuando sus niños se encuentran aparentemente tristes les proporcionan alimentos dulces esperando un cambio en su ánimo, esto a largo plazo y en forma repetitiva puede influir negativamente en la nutrición del niño, principalmente produciendo aumento patológico del peso corporal.
No obstante el paciente anciano es quien sufre frecuentemente la patología en los sentidos quimiosensitivos debido a que el proceso de envejecimiento de los tejidos está influenciado por alteraciones hormonales, metabólicas o nutricionales que se ven frecuentemente en el paciente geriátrico. Los cambios de mayor importancia que se observan con la edad es el alisamiento progresivo de la superficie de la lengua, como resultado de la atrofia de las papilas, y esto repercute directamente en la sensibilidad de los alimentos, así mismo las glándulas salivales sufren cambios profundos, la cantidad de saliva disminuye y en calidad se hace más viscosa y esto nos va a dar, mayor dificultad de tragar mayor facilidad de trauma (lastimarse los tejidos orales) menor poder de regeneración de los tejidos orales.
Existen una gran cantidad de enfermedades generales que producen disgeusia, causando demasiada sensibilidad a la sacarosa, disminución del apetito, elevación en el umbral de los sabores, en otras enfermedades por el contrario hay disminución en el umbral para todos los sabores.
Algunos medicamentos es otro factor causante de disgeusia
En la cavidad oral se encuentran muchas otras patologías que pueden alterar la percepción de los sabores, como las secreciones anormales (el líquido de las fístulas, exudados de las bolsas periodontales, secreciones nasales o amígdalas).
El tratamiento es muy complejo ya que depende del factor etiológico, existen algunos tratamientos generales recomendados como la masticación de goma de mascar, o la realización de enjuagues con bicarbonato de sodio, ingesta de suplementos vitamínicos o minerales incluso la terapia hormonal entre otros.
El papel de la higiene oral es importante ya que el cepillado de la lengua incrementa significativamente la percepción de los sabores, es muy importante mantener la cavidad oral libre de placa dentobacteriana y sobre todo tener una excelente salud bucodental.
Las alteraciones en el sentido del gusto ya sea falta, disminución o alteración en la sensibilidad para percibir los sabores, son padecimientos que no son letales, pero sí deteriora el disfrute de la vida en los pacientes afectados.