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Roma, ITALIA.- El servicio de protección civil intentaba ayer con aviones y helicópteros anti-incendio limitar la destrucción de cientos de hectáreas de bosques por la lava del volcán Etna, en la isla de Sicilia, que el domingo reinició su actividad.
El alcalde de Linguaglossa, localidad cuyo nombre quiere decir “lengua de fuego”, Vitorio Stagnita, señaló que a pesar de que el río de lava más avanzado descendió a mil 500 metros de altura, cerca de su localidad, no hay riesgo para la población.
Comentó que el mayor peligro es para el enorme patrimonio de bosques de la zona, buena parte del cual se encontraba en llamas, “es una situación dramática, la lava procede a velocidad impresionante y comenzamos a darnos cuenta de la gravedad de la situación”, dijo.
La erupción continuó y para intentar contener el daño ambiental en la zona intervenían medios aéreos anti-incendio de la protección civil y del cuerpo de bomberos.
En tanto, las localidades vecinas, incluida la ciudad de Catania, sufrían por la lluvia de cenizas que obligó a cerrar los aeropuertos.
Según expertos, la erupción prosigue de manera “intensa” y “anómala” se formaron en la fractura a dos mil 700 kilómetros de altura del volcán una serie de ríos de lava que iban en dirección a las localidades de Monte Nero y Monte Vetore.
El volcán Etna reinició actividad este domingo luego de una serie de movimientos sísmicos, el mayor de los cuales alcanzó los 4.2 grados Richter.
El volcán, ubicado al este de la isla de Sicilia, había hecho erupción en el 2001, amenazando a Catania y a otras localidades vecinas.
Según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Catania, el volcán manifiesta una energía intensa y el magma busca vías para salir a la superficie.
Las autoridades de Sicilia pidieron que el gobierno declare el estado de emergencia en la región a causa de la erupción, mientras continuaban las labores para evitar que los incendios y la lava destruyeran bosques de la zona.
Salvatore Cuffaro, presidente de la región de Sicilia dijo que las autoridades locales se preparaban “para lo peor esperando lo mejor” y pidió que el gobierno central declare el estado de emergencia, que prevé fondos y ayudas especiales.
“Por primera vez en la historia geológica del Etna los fenómenos sísmicos y eruptivos incluyen tanto la parte sur como la norte del volcán y son fenómenos en constante evolución”, declaró a la prensa.
Dijo, sin embargo, que por el momento la erupción, no amenaza centros habitados, aunque sí algunas zonas turísticas que debieron ser evacuadas.
Un río de lava de 400 metros de ancho y seis metros de alto estaba a cerca de un kilómetro de la salida de la zona de esquí de Linguaglossa, reportó el servicio de protección civil.
En la localidad del mismo nombre las escuelas fueron cerradas y las iglesias permanecían abiertas las 24 horas para recibir a quienes quisieran ir a orar.
La lluvia de cenizas afectaba a la vecina ciudad de Catania e, incluso, llegaba a la isla de Malta y a Libia, en el norte de Africa, según fotografías de un satélite de la cercana base militar de Sigonella.
Giuseppe Luongo, director del departamento de vulcanología de la universidad de Nápoles dijo que la situación no implicaba riesgos para los mayores centros habitados porque los ríos de lava estaban a una altitud de mil 600 metros.
Los bomberos usaban vehículos especiales para construir zanjas que detuvieran el paso de la lava, mientras toneladas de agua eran lanzadas desde el cielo por los aviones Canadair.
El Etna es el volcán más activo de Europa y la erupción fue acompañada por más de 200 movimientos sísmicos.