TORREÓN, COAH.- Impotente, no sabe qué hacer, ni a quién pedirle ayuda, Sergio Esteban había conseguido una prórroga de 15 días, finalmente tuvo que tomar más de la mitad de su pensión y pagar, pues de lo contrario le cortarían la luz... En enero, recuerda, pagaba a la CFE poco más de 200 pesos y hoy el recibo le llegó por mil 280.
Hace dos semanas Sergio Esteban acudió a las oficinas de la CFE, ubicadas por la Central Autobusera, a solicitar se le aclarara el aumento: “Una cajera me explicó que si el consumo es de 250 kilowatts se cobra a .42 pesos, pero por cada Kw. excedente el costo es de .55 y de más de 400 ya se cobra a 1.66 pesos”.
“La misma cajera me propuso, -recuerda Sergio Esteban-, que solicitara facturación mensual, hice mi solicitud y me dijeron que no se podía porque el consumo mínimo tendría que ser de mil kilowatts, entonces ‘qué caso tiene si de todas formas se lo friegan a uno’ ”, comentó.
Para Sergio Esteban, la situación está clara, la CFE que se muestra indiferente ante tanta protesta, sabe perfectamente que la gente no puede pagar y eso es lo que quiere el Gobierno Federal, provocar a los consumidores para propiciar que “los gringos” inviertan, una vez aprobada la reforma que permita privatizar la CFE, lo que finalmente va a ocurrir.
“Van a entrarle a la privatización porque no es cualquier negocio, son cien millones de habitantes, unos veinte millones de medidores, imagínate un peso diario de ganancia; sí hay legisladores que se oponen pero la gente se compra con dinero y por eso terminarán por vencerlos”, comentó.
Esteban Pérez insiste, ¡“fíjate, hablé con el ingeniero, y fui con los representantes de los partidos políticos para pedir ayuda, pero no me hicieron caso, andan muy ocupados pidiendo el voto porque quieren servir a su comunidad!, eso me dijeron”.
“Hablé para que me dijeran la mejor forma de ahorrar luz y me recomendaron los focos ahorradores, que lavara menos veces, que el refrigerador lo instalara lejos de los aparatos que generan calor, que planchara primero la ropa gruesa y después la delgada y ‘ando sobres por toda la casa apagando focos, ni siquiera el aparato de aire prendo’, a ver si el siguiente bimestre me sale menos, porque si me sale más, ahora sí me voy a amparar o a ver qué hago, pero ya no se puede seguir pagando este servicio”, sostiene.
Finaliza; “y para acabarla de fregar me cobran un 5 por ciento de Derecho de Alumbrado Público (DAP), cuando el sector donde vivo tiene semanas sin funcionar el alumbrado público”.
¡“No estamos lejos del estallido social y la verdad es que en nuestro país hacen falta líderes”, dice y se retira impotente Sergio Esteban, a quien el peso de los años lo llevaron a la jubilación.