México, D.F.- Una docena de escritores y artistas plásticos mexicanos dieron la bienvenida a la cantante Gloria Trevi con un manifiesto de prensa en el que la comparan con Juana de Arco y exigen el respeto de sus derechos.
En su salutación a Trevi, enviada como carta al director de un diario capitalino, los intelectuales piden que la intérprete no se vaya a convertir en un “chivo expiatorio”.
“Señora directora: Los abajo firmantes damos la bienvenida a México a Gloria Trevi, nuestra Juana de Arco; pedimos que se respete su dignidad y se le trate con justicia, con la finalidad de que no se convierta en un “chivo expiatorio” para encubrir la doble moral de una sociedad hipócrita”, dice el breve manifiesto.
Entre los firmantes destacan el escritor Juan García Ponce, premio Juan Rulfo 2001; el dramaturgo, actor, fotógrafo y pintor Juan José Gurrola, el pintor Gabriel Macotela, los poetas Alí Chumacero y Raúl Renán, la artista plástica Martha Chapa, el pintor y cuentista Guillermo Fernández y el compilador Carlos Martínez Rentería.
La escritora Guadulupe Loaeza, por su parte, publicó una extensa carta dirigida a la intérprete extraditada en la que le reitera su admiración y cariño, y recuerda una reciente entrevista que le hizo en la cárcel en Brasilia.
Loaeza admira la lealtad que ha mantenido Trevi para con el que fuera su representante, Sergio Andrade, pero le insiste, con una discreción calculada, en la necesidad de que deje de defenderle y le encuentre su verdadera dimensión.
“Te he de confesar, Gloria, que no me gusta para nada tu representante. Además de encontrarlo turbio, machista y sumamente manipulador, me parece que no le haría mal un psicoanálisis profundo”, señala Loaeza.
“No es casual -observa- que todas las pasiones que despierta siempre vengan por parte de niñas y no de mujeres. No te olvides que a ti te conoció a los 14 años”, señala la escritora.
“Lo que más me sorprende es la opinión que tiene tu madre (Gloria Ruiz) de Andrade”, lamenta Guadalupe Loaeza y recuerda que hace un año habló con ella al respecto.
La escritora dijo que para Gloria Ruiz, Andrade es un señor, “siempre respetuoso, nunca fumaba, no tomaba, no decía una palabra altisonante, nunca lo vi con una mirada lasciva, siempre fue caballeroso”.
“Con todo el respeto que me merece tu madre, pienso que la que más podría decir acerca de todo lo que te ha pasado es precisamente ella. Créeme que lo que menos desearía es juzgarla, sin embargo, no puedo dejar de ponerme en sus zapatos antes y ahora”; lamentó Loaeza.
Para Gloria Trevi, su productor es una víctima de los celos, el acoso y el interés de muchas niñas que codiciaban llegar a ser estrellas.
Según el libro que publicó recientemente la polémica artista, Sergio Andrade era “irresistible” para las coristas, que sucumbían a sus halagos por voluntad propia y en algunos casos con el apoyo disimulado de sus padres. Para Guadalupe Loaeza, así como para muchos otros intelectuales mexicanos, al margen de si Gloria Trevi es culpable o inocente es indudable que no sólo ha sido víctima de un manipulador que ejerció sobre ella una desproporcionada influencia, sino también de un sistema que la ha tratado como a una criminal.
Desde su detención en Río de Janeiro, indicó Loaeza, hace casi tres años, Gloria Trevi ha sido ignorada por los mexicanos y tratada como a un delincuente de alta peligrosidad.