Washington.- Dos compuestos químicos artificiales, que tienen ciertas similitudes con la marihuana, podrían aliviar la ansiedad y la depresión, según un estudio de la Universidad de California que publica la revista Nature Medicine.
El estudio realizado en el Colegio Irvine de Medicina, de la UC, es el primero que ha mostrado la forma en que el sistema de la anandamida -una red de compuestos naturales que controlan el dolor, los estados de ánimo y otras funciones psicológicas- regula la ansiedad.
La marihuana alivia la ansiedad porque opera sobre el mismo sistema, pero las ratas de laboratorio a las que se administraron los nuevos compuestos aparentemente no sufrieron los efectos secundarios del ingrediente activo de la marihuana, conocido como THC.
La revista Nature Medicine divulgó hoy el estudio en su página de Internet, y se publicará en su edición impresa de enero de 2003.
Después del diseño y la prueba de numerosos compuestos químicos diferentes, el farmacólogo Daniele Piomelli y su equipo encontraron dos, a los que denominaron URB532 y URB597, que alivian la ansiedad y funcionan de manera más suave que el THC.
"El THC reduce la ansiedad porque se enlaza directamente con los receptores en el cerebro y causa esa sensación familiar para los usuarios de marihuana que es la euforia", dijo Piomelli. "Esta reacción es demasiado fuerte y eso da lugar a los efectos secundarios de la marihuana".
Los usos médicos de la marihuana han sido objeto de controversia durante años en Estados Unidos y en cada elección se presentan a plebiscito propuestas locales para la legalización de la marihuana, al menos para que la usen pacientes que sufren enfermedades largas y muy dolorosas.
En California algunas localidades han adoptado mecanismos legales que permiten el cultivo y distribución controlada de marihuana para personas con males como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida o que padecen cáncer y están desahuciadas.
Según Piomelli ambos compuestos inhiben la actividad de una enzima que descompone la anandamida, una molécula descubierta en 1992, y deja una porción mayor del neurotransmisor ayudando a reducir la ansiedad y la depresión.
Este proceso es similar a la forma en que actúan medicamentos como el Prozac -uno de los más recetados para la depresión- sobre la serotonina, otro neurotransmisor.
"Si bien los resultados del estudio son prometedores, el camino desde el descubrimiento en el laboratorio hasta la disponibilidad de un medicamento es largo, con muchas vueltas, y muy caro", dijo Piomelli.
De hecho, agregó, "la mayoría de los medicamentos jamás pasa de la etapa de descubrimiento por numerosas razones científicas y comerciales".
La ansiedad es el más común de los trastornos mentales, según el Instituto Nacional de Salud Mental. Algunos trastornos relacionados con la ansiedad incluyen el pánico, la conducta obsesiva compulsiva, el síndrome de postrauma y las fobias.
La depresión afecta a unos 17 millones de personas en Estados Unidos, desde niños a ancianos, en todos los niveles de ingreso y educación.
Las estadísticas indican que las mujeres sufren más la depresión que los hombres, aunque algunos investigadores sostienen que ello ocurre, porque los hombres están educados de manera que ocultan sus síntomas y no admiten que necesitan ayuda.
Algunos trastornos vinculados con la depresión, como la bipolaridad o condición de maníaco depresivo que derivan de un desequilibrio químico en el cuerpo, pueden tratarse con medicamentos que estabilizan la condición del paciente.
EFE