Reuters
SEÚL, COREA DEL SUR.- Corea del Sur expresó el jueves confianza en que se podrá encontrar una solución diplomática al problema de las armas nucleares de Corea del Norte, pero reconoció que la disputa con el estado comunista todavía está en sus etapas iniciales.
La portavoz del presidente sudcoreano, Kim Dae-jung, reiteró la demanda hecha por Kim un día antes de que Corea del Norte dé “pasos verificables” para resolver la crisis surgida de su recién develado programa secreto de armas nucleares.
“Hay un acuerdo en camino para resolver el problema nuclear norcoreano”, dijo la portavoz, Park Sun-sook. “Hay un largo camino por delante. Se necesita acción verificable de parte de Corea del Norte”.
Kim regresó el miércoles a Seúl tras asistir a una cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Los Cabos, México, y sostener consultas con sus aliados Japón y Estados Unidos, así como con el viejo aliado de Pyongyang, China.
Los líderes de APEC dieron un fuerte respaldo a la demanda de Seúl de que Pyongyang abandone el programa secreto de enriquecimiento de uranio que las autoridades norcoreanas admitieron tener a principios de octubre.
Kim reconoció que el respaldo diplomático es sólo el principio en los esfuerzos por evitar la segunda crisis nuclear provocada por Corea del Norte en una década, al decirle a su país que “la bola está ahora en la cancha de Corea”.
Sin embargo, funcionarios de Pyongyang dijeron el jueves a sus homólogos japoneses que el Norte necesitaba las armas nucleares para lidiar con una amenaza estadounidense y sólo negociaría con Washington.
Las conversaciones de dos días sobre la normalización de las relaciones entre Japón y Corea del Norte terminaron con las dos partes divididas, pero acordaron conversar sobre los temas de seguridad en un nuevo foro que será creado el mes próximo y reconfirmaron el interés de Pyongyang en dialogar sobre armas nucleares.
La revelación norcoreana de que está reprocesando uranio para usarlo en fabricación de armas significa una violación de cuatro acuerdos de no proliferación nuclear, entre ellos un crucial pacto firmado en 1994.
Bajo ese acuerdo, Corea del Norte se comprometió a congelar su ambicioso programa de armas nucleares a cambio de combustible diesel y la promesa de dos reactores nucleares livianos para la generación de energía.