LONDRES (Reuters) -- Una mujer británica tuvo una bebé saludable concebida a partir de uno de sus óvulos que había sido congelado con una técnica que podría detener el reloj biológico y dar una nueva esperanza a las pacientes con cáncer.
A diferencia del esperma y los embriones, los óvulos humanos son difíciles de congelar porque son muy frágiles y se pueden dañar con las bajas temperaturas. El proceso de frisado también endurece la cubierta del óvulo, lo que dificulta que lo penetre el espermatozoide.
Pero los médicos en la clínica Fertility Services Midlands cerca de Walsall superaron los problemas y la primera bebé de Gran Bretaña concebida con un óvulo congelado nació en junio.
"No había un equivalente para las mujeres como lo había para los (espermatozoides de los) hombres... poder almacenar sus óvulos", dijo la embrióloga Sue Barlow que es parte del equipo en la clínica.
El congelamiento de óvulos se ha descrito como el último tipo de planificación familiar. Podría permitir convertir en madres a mujeres con carrera profesional que enfrentan un reloj biológico que avanza sin cesar, así como a las que experimentan una menopausia prematura o a pacientes con cáncer, que pueden perder su fertilidad a través de tratamientos médicos.
Toda mujer nace con su reserva de óvulos para toda la vida.
La fertilidad disminuye a medida que se aproxima la menopausia y disminuye el abasto de óvulos.
La primera bebé nacida gracias a al proceso en Gran Bretaña, Emily Perry fue concebida con un óvulo extraído de su madre y congelado seis meses antes.
Sólo unas decenas de bebés han nacido de óvulos congelados en todo el mundo desde 1986, cuando se hicieron los primeros intentos, pues había dificultad para congelar y descongelar los óvulos.
El equipo británico usó una técnica desarrollada por expertos en fertilidad italianos. Al aumentar la concentración de sacarosa en la solución de congelamiento y precisar el momento en que el óvulo se deposita en ella pude ayudar a triplicar el índice de supervivencia de los óvulos.
El proceso más suave de congelamiento reduce la formación de cristales de hielo que pueden perforar la membrana que envuelve al óvulo y destruirlo.
Barlow dijo que otro gran avance era el uso de un tratamiento para la fertilidad llamado ICSI, en donde un solo espermatozoide se inyecta en el huevo.
Con la fertilización in vitro, o FIV, es difícil que el espermatozoide penetre en la cubierta del óvulo que generalmente se endurece durante el congelamiento.
"Todavía es muy prematuro. Pero con los nacimientos logrados hasta ahora (el procedimiento) podría funcionar o no funcionar. Si se obtiene un bebé que está perfectamente bien, y si no funciona no se logra el embarazo", dijo Barlow.