El problema financiero de la Empresa Integradora de Productores Agropecuarios de Durango sigue tomando nuevos matices, ya que ahora en el Congreso del Estado se aprobó el punto de acuerdo para que se pueda auditar a dicha organización, mientras que el secretario de Desarrollo Rural, Fernando Ulises Adame, sostendrá este día una reunión con el Secretario de Agricultura, para poder llegar a un acuerdo y se liberen recursos para iniciar la comercialización de frijol.
Como se ha venido informando a través de El Siglo de Durango, hasta el momento no se ha podido iniciar el acopio de manera oficial y mucho menos se ha establecido un precio de referencia del frijol, debido a que la Empresa Integradora no ha recibido recursos del Fondo Mexicano del Frijol, como consecuencia del adeudo que se tiene con la banca privada y con el propio fondo.
Lo anterior ha comenzado a generar preocupación entre los productores de frijol, ya que hasta el momento no se ha establecido un precio de referencia de su producto, y los intermediarios están aprovechando para pagarlo a un bajo costo.
Como consecuencia, se ha generado una serie de cuestionamientos a la operación de la Empresa Integradora, a tal grado que este asunto ya fue ventilado en el Congreso del Estado. El Secretario de Desarrollo Rural reconoció que el adeudo es de 28 millones de pesos, 16 que se le adeudan a Bital, de los cuales al parecer ya se abonaron 2, así como 12 millones del fondo.
Por lo anterior, se solicitará al secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, que se autorice un crédito puente a la Integradora y que ésta pueda pagar sus adeudos y como consecuencia recibir los recursos para establecer un precio base y comenzar a acopiar y vender frijol.
Por su parte, el delegado estatal de la Sagarpa, Antenor Torróntegui Manjarrez, señaló que se está haciendo una revisión de toda la documentación que ha presentado la Integradora a la Contraloría, como parte del proceso de verificación de la forma en que se aplicaron los recursos.
La Organización Campesina Democrática sigue presionando para que se liberen los apoyos, argumentando que los campesinos se están viendo obligados a vender sus cosechas a un precio muy bajo, por la falta de liberación de los recursos para poder respaldar el grano que se acopie.