GÓMEZ PALACIO, DGO.- A María de la Cruz lo que más le preocupaba era que su cuarto de adobe se derrumbara por tanta humedad a consecuencia de las lluvias, mientras ella y sus hijos permanecían en el gimnasio “Luis L. Vargas” que fue acondicionado como albergue.
El pequeño cuarto que compró hace cuatro años, dijo, no tiene cimientos y se está asentando conforme pasa el tiempo; el riesgo se incrementa cada vez que llueve.
María Luisa Navarrete, madre soltera de dos pequeños de nueve y diez años, manifestaba una necesidad similar, pues el cuarto que utilizan como baño en su jacal de la colonia 14 de Noviembre sólo está envuelto por cobertores, además de que tuvieron que dejar ahí sus pocas pertenencias ante el riesgo de que la vivienda se viniera abajo.
Ambas dijeron que la manzana 656 de dicha colonia fue de las más inundadas, pues está en una parte baja y cuando se pavimentó la avenida Niños Héroes hace más de año y medio, se cubrieron las alcantarillas que permitían un rápido desagüe.
Con lágrimas en los ojos, Elodia Parra Salazar llegó hasta el sitio acompañada por sus cinco hijas, pero angustiada porque su esposo y otros dos hijos varones no la acompañaron, pues se quedaron a cuidar lo poco que les quedó después que hace apenas tres días había perdido su jacal en la colonia Luis Donaldo Colosio, al poniente de la ciudad, consumido por un incendio.
Hasta el mediodía de ayer, habían ingresado más de 80 personas al albergue municipal –la mitad niños y niñas- procedentes de las colonias 14 de Noviembre, El Amigo, Luis Donaldo Colosio, quienes fueron llevados hasta ahí por unidades de la Dirección de Seguridad Pública Municipal que recorrieron las principales colonias afectadas por las lluvias, en su mayoría sectores precaristas conformados por viviendas de cartón y lámina, carentes de pavimento y otros servicios de urbanización.
La captación de las familias precaristas comenzó desde el jueves por la noche y se incrementó ayer por la mañana, al continuar las precipitaciones y con ello el deterioro de las casas de cartón.
Personal de la Dirección de Salud Municipal daba cuenta de que diez personas presentaban síntomas de resfriado, para lo cual se les suministró el alimento necesario.
Durante su visita por el albergue durante el mediodía, la presidenta municipal Leticia Herrera de Lozano agradeció públicamente a un empresario que, guardando el anonimato, había proporcionado todo el alimento necesario para las personas en desgracia, e incluso había dispuesto la instalación de una cocina en el interior del gimnasio para darles una mejor atención.
La Alcaldesa dijo que por fortuna no se habían presentado mayores contingencias aunque dijo, se dispondría de todos los recursos que fueran necesarios para atender las necesidades de la población que resultara afectada por el fenómeno climático.
Reconoció la situación de especial riesgo en que se encuentran las 120 familias que invaden el bordo de protección del lecho seco del río Nazas, por lo que según indicó, se les invitaría a que se sumaran al apoyo brindado en el albergue.
Los que se quedaron
Otras familias prefirieron quedarse en sus jacales, soportando las entradas de agua pero con la tranquilidad de conservar sus pocas pertenencias.
Manuela González, vecina del número 5 de la calle Lucio Cabañas en la colonia Otilio Montaño, fue una de ellas, pues según dijo, no podía descuidar su miscelánea y llevarse a sus dos hijos a un sitio más seguro.
Otro caso es el de Ignacia López, quien habita en el número 1 de esa misma calle, en la esquina con Emiliano Zapata, pero quien no pudo moverse de ahí por estar al cuidado de su pequeño bebé de apenas un año de vida.
Ella, junto con el líder de la colonia Carlos Frayre, coincidieron en que el Municipio debería enviar brigadas para hacerles llegar el hule y cartón necesarios para cubrir los techos y permanecer secos en los jacales, pues las calles sin pavimento se habían convertido en lodazales y esto les impedía trasladarse hasta la presidencia para obtener el apoyo material.
De acuerdo con lo externado por la Oficial Mayor del municipio, Teresa Vanegas, cerca de 500 personas habían acudido a la presidencia para demandar el apoyo consistente en un tramo de hule para cada una.