Ex trabajadoresde La Esperanza mantienen guardiasen el interior
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Prácticamente en ruinas se halla la antigua jabonera La Esperanza, aunque los ex trabajadores ya dieron los primeros pasos para construir sus propias viviendas y aprovechar las construcciones que aún se encuentran en condiciones adecuadas para ser habitadas.
Los ex jaboneros que mantienen guardias permanentes en el interior, dijeron que después que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje se declaró incompetente en el caso, se empezaron a tomar las providencias para aprovechar el extenso terreno que ocupaba la empresa y lo poco que queda de ésta, luego de haber sido objeto de constantes saqueos por parte de los vecinos de los alrededores y de una invasión por parte de organizaciones populares en medio del añejo conflicto laboral.
Se puede considerar que la única barda perimetral que está en buen estado es la que se localiza sobre el bulevar Los Forjadores, que separa a la antigua fábrica de la colonia Brittingham; el resto se está cayendo y en la parte trasera, que colinda con el fraccionamiento Del Bosque, tuvieron que colocarse barrotes y malla ciclónica para cubrir los huecos que se han formado, y por los cuales se introducen los vándalos de la zona.
Respecto de las construcciones, los ex jaboneros detallaron que de las que se están considerando para ser ocupadas por ellos y sus familias están dos pequeñas, localizadas en la parte trasera, y que en antaño se utilizaban como bodega del ferrocarril y baños de vapor, respectivamente.
De la bodega que servía como patio general y para el resguardo de materia prima, únicamente se pueden rescatar las láminas del techo y toda la estructura que las sostiene, pero sólo para ser comercializadas como fierro viejo.
Otros sitios de almacén que están cerrados son los que han sufrido un menor deterioro, tales como el utilizado en el proceso de extracción del aceite y donde se encontraban las prensadoras.
Aunque las antiguas oficinas generales constituyen otra construcción en buenas condiciones, los ex jaboneros aún no pretenden disponer de dichas instalaciones, debido a que éstas se localizan sobre la franja de terreno que está en disputa con la autoridad municipal, debido a que en la administración de Rafael Villegas Attolini se les facilitó un préstamo de 1.3 millones de pesos y, sin la autorización de los ex trabajadores, se estableció en un convenio que a cambio de dicha cantidad le sería donada al Municipio una superficie de terreno considerable, de más de 70 mil metros cuadrados.
Los ex jaboneros manifestaron que las antiguas casetas para la recepción del gas y los detergentes; la báscula de trailers y otra destinada a la carga ferroviaria, también pueden ser aprovechadas y convertirlas en casas habitación, de la misma forma que se podría adaptar la antigua bodega de pacas del algodón que se exportaba y que duraba en ocasiones almacenado por varios meses.
Ya no hay material peligroso
La presencia de sosa cáustica en un tanque de almacenamiento ha dejado de ser factor de amenaza para la seguridad de los humanos, pues con el paso del tiempo ésta prácticamente se ha petrificado y cubierto de tierra, acumulada en los nueve años que se ha prolongado la huelga en la jabonera La Esperanza.
Es mínima la cantidad de sosa que aún permanece en el tanque de metal de la fábrica; el resto de los materiales fue sustraído por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente a finales de los noventa, cuando se hizo necesaria la intervención de la dependencia ante la peligrosidad que dicha materia prima representaba.
A ese respecto, los ex trabajadores detallaron que la Profepa sustrajo grandes cantidades de solvente y ácido sulfúrico, que permanecían almacenados en dos tanques subterráneos en el área de químicos de la antigua fábrica, ante el riesgo de que éstos pudieran derramarse y ocasionar severos daños hacia el exterior e interior de las instalaciones.
En la actualidad, sólo las palmas y zacate secos que ahí permanecen son un riesgo mínimo de que ocurran incendios por la falta de agua.
Los ex trabajadores manifestaron estar a la espera de conseguir una audiencia con el secretario de Trabajo, Carlos Abascal, para denunciarle la postura asumida por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
LA HUELGA MÁS GRANDE
Nueve años de huelga ininterrumpida han convertido en ruinas lo que fuera la jabonera La Esperanza, en su tiempo una de las más grandes de América Latina.
· Tras la incompetencia declarada por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, los ex trabajadores decidieron disponer de las antiguas instalaciones y convertirlas en un asentamiento humano; a la fecha se han dado los primeros pasos para empezar a edificar y aprovechar las construcciones en buen estado.
· Después de varios años, los ex jaboneros aún insisten que se investiguen los motivos que originaron la invasión de una parte del terreno, por parte de organizaciones políticas cuyos integrantes saquearon las antiguas oficinas generales y se quedaron con diversos objetos que ahí se encontraban.
· A consideración de los ex trabajadores, está demostrada la comisión de un delito, al haber declarado una quiebra fraudulenta, por lo que los empresarios deben recibir un castigo al igual que las dependencias que avalaron esa conducta.
· Los ex trabajadores han logrado vender poco de la “chatarra” que sólo queda de la antigua empresa.
· En los últimos cinco meses, la ex jabonera ha sido objeto de dos conatos de incendio, provocados por los vándalos que se introducen por los huecos de las bardas semi derrumbadas.
FUENTE: Investigación El Siglo de Torreón.