FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Habitantes de las comunidades “El Porvenir” y “Charcos de Risa”, se niegan a consumir agua de Simas y prefieren abastecerse del agua que extraen de sus norias, misma que contiene altos niveles de arsénico y que en un futuro podría repercutirles en su salud.
Lo anterior fue informado por Víctor Hugo Aguirre Santana, titular del departamento de Salud Ambiental de la Jurisdicción Sanitaria número VII.
El funcionario dijo que el pozo de agua del ejido “El Porvenir” tiene muy altos niveles de arsénico, según un estudio realizado el 25 de mayo de 2000 se detectó que esta noria contenía 0.128 mg/l, siendo que la norma establecida para agua de consumo es de 0.05 mg/l, dicha norma está vigente desde enero de 1996.
Aguirre Santana dijo que en esta comunidad viven aproximadamente dos mil personas, quienes se niegan a consumir el agua de Simas argumentando que el agua de sus norias sabe mucho mejor.
“Los vecinos no quieren adherirse a Simas, creo que solamente 100 personas tienen el servicio de agua potable, el resto consume el agua con arsénico”, dijo.
El titular de Salud Ambiental dijo que en esta comunidad no se ha detectado algún caso de personas enfermas de dermatitis, que es el principal síntoma que presentan aquellas personas que consumen agua contaminada con arsénico, después surge el cáncer de piel.
Tienen maquinaria para purificar el agua; prefieren la que contiene arsénico
En esta misma situación se encuentran los habitantes del ejido “Charcos de Risa”, quienes tampoco aceptan consumir el agua de Simas y prefieren consumir el agua con arsénico que extraen de sus norias, porque aseguran que es más “sabrosa”.
Aguirre Santana dijo que en esta comunidad es más lamentable la postura de la gente porque desde hace varios años cuentan con la planta desaladora que elimina las sales y el arsénico del agua, sin embargo la comunidad no la utiliza porque no le gusta el sabor del agua, aunque ésta sea más pura.
“La maquinaria se mantiene obsoleta, la gente consume agua con arsénico porque así lo desea, porque si quisieran podrían purificarla, pero dicen que no les gusta”, dijo.
El funcionario dijo que en esta comunidad interviene también la desidia de la población, pues a escasos 5 kilómetros de distancia tienen piletas en las que almacenan el agua que proviene de los cerros, esta agua también es apta para el consumo humano.
“Ellos entubaron el agua que baja de la sierra y la almacenan en unas piletas, pero el agua ‘limpia’ la utilizan para regar algunas superficies, el agua con arsénico se la toman, a pesar de que representa un riesgo para la salud”, dijo.
Aguirre Santana dijo que en esta comunidad la situación es un poco más compleja, pues ellos tienen la posibilidad de consumir agua sin arsénico pero no quieren, pese a que se tienen 5 casos sospechosos de dermatitis, enfermedad que muy posiblemente surgió a raíz de que consumen agua contaminada.